Mediante una resolución, el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica declaró oficialmente una nueva Área de Protección Hídrica (APH) en el país, la denominada: “ Otavalo Mojanda”.
El evento se desarrolló en el estadio de la comunidad de Tocagón, parroquia San Rafael de La Laguna, que es uno de los poblados beneficiarios de este proyecto estatal, el cual está enfocado en proteger y conservar las fuentes de agua y sus ecosistemas asociados, que abastecen al consumo humano y al riego, para garantizar la soberanía alimentaria para las actuales y futuras generaciones de la zona.
“Estamos muy contentos de avanzar con la decisión del Gobierno Nacional de mantener al agua como una prioridad nacional. Hoy tenemos 174 mil hectáreas protegidas de agua en el país. Finalizaremos en 2025 con 284 mil”, expresó Gustavo Manrique, ministro del ambiente.
Detalles del APH
Según se informó desde esta cartera de Estado, políticamente, el complejo lacustre Mojanda se ubica en la Sierra Norte del Ecuador, en los cantones: Otavalo (Imbabura) y Pedro Moncayo (Pichincha).
Dentro de la jurisdicción del cantón Otavalo, figuran las parroquias: San Luis (de origen urbano), así como Eugenio Espejo, San Rafael de La Laguna y González Suárez (de origen rural).
En cuanto a su altitud, se sitúa a una altura aproximada de 3 200 msnm (tomando como referencia a la laguna de Chiriacu), hasta los 4 240 msnm (en la cima del cerro Fuya Fuya).
Por su parte, las temperaturas en la zona oscilan entre los 4°C hasta los 12.8°C.
Finalmente, cabe indicar que el área sujeta a protección tiene una superficie de 1.836,56 hectáreas, comprendida entre las localidades ya mencionadas con antelación, tanto en la zona urbana como rural.
Sobrevivencia
Entre las entidades que estuvieron involucradas en el proceso que derivó en la presente declaratoria, estuvo la Municipalidad de Otavalo.
En este contexto, su alcalde, Mario Conejo, durante su discurso, apeló al sentido humanístico, argumentando que este tipo de acciones son fundamentales para que cualquier sociedad sobreviva.
“Creo que la única manera de garantizar que recursos como el agua puedan conservarse, es trabajar con la comunidad. Las comunidades de Otavalo están trabajando permanentemente en mingas por conservar los páramos y los bosques nativos”, manifestó.
En el mismo orden de ideas, Alberto Cachimuel, presidente de la Junta Parroquial de San Rafael de La Laguna, también destacó la labor de los comuneros, ya que “sin ellos no se podría hacer nada”, dijo. “Este día es muy especial, ya que las comunidades han venido protegiendo nuestros páramos y la diversidad de la zona, pues ahí nace el líquido vital. Con esta declaratoria se fortalecen estos aspectos”, acotó.