Los hermanos Santiago Daniel y Kevin Andrés Minda Ruales son una muestra de que los sueños sí se pueden hacer realidad, cuando te esfuerzas y trabajas para alcanzarlos. Ambos lograron convertirse en jugadores profesionales. Este año, los dos hermanos ibarreños se destacaron con sus respectivos equipos.
Parte de su historia
El último martes, los ñaños Minda Ruales llegaron hasta las instalaciones del Grupo Corporativo el Norte (GCN) para participar de un podcast.
Ahí contaron parte de su trayectoria en el balompié y de su vida.
Por ejemplo, Kevin recordó que cuando cursaban su preparación escolar en la Escuela Presidente Velasco Ibarra “Modelo” y se disputaban los Juegos Deportivos Internos, a él le consultaron si su hermano menor era “mejor que él para jugar fútbol”. Kevin prácticamente no tuvo que responder nada, ya que en el inicio del partido, Santiago sacó un remate que terminó en gol.
Kevin también recordó a Freddy Minda (+), su padre. Mencionó que creció viendo jugar a su progenitor.
“Me cargaba en sus hombros y me llevaba al estadio de Liga San Miguel de Ibarra. Lo vi jugar con las camisetas del Hamburgo y Germán Grijalva”, dijo Kevin.
Además, según las personas que lo vieron jugar a nivel barrial o en varios torneos de indorfútbol, Freddy era muy técnico y rápido.
Y como reza un viejo y conocido refrán: “Lo que se hereda, no se hurta”, sus hijos heredaron el talento y la misma pasión por el “Rey de los Deportes”.
En lo futbolístico
Este año, ambos vivieron cosas importantes con sus respectivos equipos.
Santiago con el San Antonio Fútbol Club logró el ascenso a la Serie B del balompié nacional.
De hecho, él convirtió el penal con el que su equipo venció en semifinales a Daquilema Fútbol Club.
Lo hizo en el Estadio Olímpico Ciudad de Ibarra, una cancha donde en su época como estudiante marcó decenas de goles.
Por su parte, Kevin, aunque su equipo (Universidad Católica) sufrió para instalarse en la próxima Copa Sudamericana, el ibarreño tuvo un buen año.
