La salida sin mucho problema de las cárceles, de delincuentes contumaces y que son un peligro para la sociedad genera dudas, preocupaciones y temores en la población. Esos sujetos siniestros que delinquen con sadismo, quitan la vida porque para ellos eso no tiene importancia, trafican con drogas, dañan a niños y adolescentes al ingresarlos en el mundo de los vicios y les enseñan a cómo utilizar armas para atentar contra civiles y uniformados, a simple vista tienen más garantías en una justicia sin credibilidad, que otras personas que por robar una gallina se mueren al interior de las cárceles, que de rehabilitadoras no tienen nada. Recuperar la paz y la seguridad es una necesidad nacional.