El mes de abril de 2025 se presenta como un período crucial para Ecuador, marcado por la segunda vuelta electoral entre el presidente Daniel Noboa y la candidata Luisa González. La primera vuelta, celebrada el 9 de febrero, reflejó una profunda polarización política, con ambos candidatos obteniendo más del 40% de los votos, una situación inédita en la historia electoral del país. Esta división plantea desafíos significativos para la gobernabilidad futura. La necesidad de construir consensos y promover la unidad nacional se vuelve imperativa en un contexto donde las diferencias políticas son tan marcadas. La polarización no solo complica la formación de alianzas estratégicas, sino que también puede dificultar la implementación de políticas públicas efectivas que atiendan las necesidades de toda la población. En este escenario, abril no solo representa la culminación de un proceso electoral, sino también una oportunidad para que Ecuador reflexione sobre su futuro democrático.