Degustar el delicioso sabor de una guatita, un apanado, un churrasco, de un seco de pollo o un plato de menudo es una experiencia que se puede experimentar en los “Agchaditos de la Merced”, ubicados en la intersección de las calles Olmedo y Oviedo, en centro de la ciudad.
El sabor de la historia de los Agachaditos
Clarita Huera es una de las vendedoras históricas de los “Agachaditos de la Merced”. Narró que desde hace 50 años lleva en el negocio de los platos típicos y que el sabor y sazón mantienen la tradición.
Pero no todo fue sencillo, Doña Clarita narró que hace más de cinco décadas, los tradicionales agachaditos empezaron en la calle. Si, como venta ambulante de papitas, tostado y menudo,“Empezamos frente a la Iglesia de La Merced, en aquella época, el presidente era José Velasco Ibarra. La directora de higiene era muy mala, que enviaba a los agentes municipales a que no decomisen nuestros productos. Horas después íbamos a la comisaría a pedir que nos devuelvan nuestros trastes, para salir de nuevo a la venta. Nunca desmayamos”, comentó con nostalgia doña Clarita.
Más de cinco décadas
Doña Clarita contó, que tras el derrocamiento de Velasco Ibarra, en los años 70, las vendedoras de comida se ubicaron en el parque de la Merced, ahí empezaron a vender comida típica ecuatoriana.
“Poníamos una lavacarita en el suelo, pero claro, eso era antihigiénico, solicitamos que nos permitan colocar caballetes de madera y seguimos trabajando. Luego, en la Alcaldía de Marco Almeida, nos colocaron kiosquitos de madera”, dijo Doña Clarita.
Ya en la administración de Mauricio Larrea nos trasladamos al Cuartel, donde permanecieron 20 años. En la Alcaldía de Jorge Martínez declararon como Patrimonio al Cuartel y trasladan a las comerciantes de los Agachaditos de la Merced a una casa antigua en las calles Olmedo y Oviedo. Llevan en este sitio desde hace 10 años.