Lo que parecía un simple patrullaje de rutina reveló una grave amenaza luego de que personal del Batallón de Infantería Motorizado N. 39 “Mayor Galo Molina” detuvo en la parroquia El Chical a dos personas que se movilizaban en una motocicleta y cargaban explosivos.
Estaban nerviosos
Los militares realizaban operaciones de Control de Armas, Municiones y Explosivos (Camex) en la zona fronteriza cuando observaron una motocicleta que circulaba con dos ocupantes en actitud sospechosa. Al hacerles la señal de alto, procedieron al registro del vehículo y descubrieron que no se trataba de un simple viaje rural. Los sujetos escondían material explosivo de uso común en la minería ilegal.
El teniente coronel Cristian Unda explicó que los materiales suelen usarse para abrir bocaminas y facilitar la extracción de oro de forma clandestina.
No eran de la zona
Ambos sujetos detenidos son ecuatorianos, pero no eran residentes del sector. Según las primeras investigaciones, habrían llegado hasta el lugar desde otras provincias. Presuntamente para participar en actividades ilegales vinculadas a la minería. De acuerdo con el oficial, hasta la zona llegan personas de distintas partes del país. Supuestamente atraídas por el oro y por el dinero que deja la minería ilegal.
Tras el hallazgo, el personal militar dio aviso inmediato al ECU 911. El operativo se desarrolló en el marco de una amplia estrategia de control en la Frontera Norte.
Más controles
Las Fuerzas Armadas intensificaron su presencia en El Chical debido al aumento de actividades ilícitas ligadas a la minería, que además de violar la ley, contaminan ríos y fuentes hídricas.
Según Unda, al parecer una parte del oro se procesa en el mismo lugar, es decir, en campamentos clandestinos que dañan la tierra y el agua. Otra parte, en cambio, cruza la frontera hacia Colombia, donde hay plantas de procesamiento. “Estamos trabajando con inteligencia militar para ubicar y desmantelar estos sitios”, concluyó el teniente coronel.