El ataque a tiros de un grupo armado en un restaurante del balneario de Montañita, en la provincia costera de Santa Elena, en el suroeste de Ecuador, dejó al menos seis personas muertas y otra media docena de heridas, según confirmó este domingo la Fiscalía.
El Ministerio Público remarcó que ha abierto de oficio “una investigación previa por un ataque armado en un local de comida en Montañita, que provocó la muerte de 6 personas y otras 6 resultaron heridas”.
Además, en un mensaje de Twitter, la Fiscalía precisó que ya se ha realizado “el levantamiento de los cadáveres y la recolección de indicios” en el lugar de la masacre.
“Vainas percutidas de armas de fuego, tres teléfonos celulares y sustancias sujetas a fiscalización (aún no cuantificadas)” son, entre otras, las evidencias recogidas en el sitio del suceso, agregó la fuente.
Los agentes fiscales han recogido también evidencias visuales del ataque a través de las cámaras de seguridad instaladas en la zona para tratar de identificar a los responsables.
El comandante de la Policía, Fausto Salinas, confirmó al diario El Telégrafo que una de las personas asesinadas era un sujeto conocido con el alias de “Morro”, quien ya había registrado procesos judiciales anteriores.
“El atentando, al parecer, estaba dirigido contra alias ‘Morro’, quien consta entre los fallecidos”, agregó Salinas e indicó que es posible que el sujeto haya tenido alguna relación con una banda delictiva conocida como “Las Águilas”.
El pasado 3 de mayo el Gobierno emitió un decreto ejecutivo para permitir operaciones militares y policiales contra el terrorismo (crimen organizado), en el marco de una estrategia que intenta frenar la espiral de violencia que ha sacudido a la sociedad ecuatoriana en los últimos dos años.
El Gobierno ha comenzado a considerar como terroristas a varias acciones violentas atribuidas al crimen organizado, sobre todo matanzas perpetradas por sujetos armados en varias ciudades de la zona costera del país.
A diario en Ecuador proliferan noticias sobre asesinatos cometidos por sicarios, extorsiones, secuestros, asaltos y robos, entre otros delitos, atribuidos a grupos de delincuencia organizada que, según las autoridades, tienen vínculos con bandas internacionales del narcotráfico.