La parroquia de Mariano Acosta, en el cantón Pimampiro, se enfrenta a un desafío: el aumento de avistamientos de osos andinos en áreas cercanas a sus cultivos y ganado. Esta situación ha puesto en alerta a los comuneros, quienes buscan maneras amigables de lidiar con la interacción cada vez más frecuente
Las autoridades ambientales de Imbabura reconocen la necesidad de abordar este hecho. Por tal motivo, se desarrolla un plan de respuesta encaminado a buscar condiciones óptimas para que el oso andino conviva en armonía con los habitantes de la localidad.
Los Motivos – Osos andinos
Andrés Laguna, biólogo de la Prefectura de Imbabura, comentó que recientemente se mantuvo una reunión entre el personal técnico del área ambiental y fomento productivo de la institución, además autoridades y dirigentes de la localidad rural, Ministerio del Ambiente y representantes del proyecto Biocorredor Andes Norte: Conectividad para la resiliencia de los paisajes andinos (BIAN).
“Esta iniciativa se realizó tomando en cuenta que, en los últimos tiempos, han aumentado escenarios de interacción del oso con ganadería y cultivos de los agricultores en la zona. Sin embargo, aquí se dijo, que esta es una condición natural del animal silvestre que busca semovientes para su sustento”, explicó.
Desde la Prefectura y Coordinación Zonal del Ministerio de Ambiente argumentaron que la situación se debe a una pérdida de cobertura vegetal, que en el lapso de 30 años, 39.479 hectáreas de bosque nativo fueron destruidas, mientras que la tierra agropecuaria aumentó en aproximadamente 40.177 hectáreas.
Propuesta
En la reunión también se establecieron acuerdos para, desde los diferentes espacios, desarrollar acciones de protección permanentes, dado que el territorio del oso andino cada vez es menor por el avance de procesos de agricultura y ganadería de altura, lo que genera fragmentación en los bosques y la pérdida de zonas de alimentación y descanso.
Zayana López, directora de gestación Ambiental de la Prefectura, recalcó la importancia que las instituciones asuman el liderazgo para la protección de este animal endémico. “Las entidades públicas relacionadas deben cumplir con los aportes, que favorezcan la conservación de una especie, la cual se encuentra en peligro de desaparecer, tomando en cuenta que su presencia en el bosque y páramos es clave para el equilibrio ecosistémico”, añadió.