viernes, 16 mayo 2025
viernes, 16 mayo 2025

Buscaban a Víctor y apareció sin vida, en la parroquia de La Concepción, Mira

La-Concepción
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La comunidad de Santa Ana, en la parroquia de La Concepción, cantón Mira, vive una pesadilla. La angustia comenzó cuando Víctor Espinoza, uno de los habitantes, desapareció de manera repentina el martes. 15 de abril. Durante horas, la búsqueda fue inútil, y aunque en las redes sociales se colocaron sus fotografías y mensajes pidiendo ayuda, la tragedia terminó con el hallazgo de su cuerpo sin vida, el 16 de abril de 2025.

 

La angustia 

Todo comenzó cerca  de las 13:00, cuando se reportó que Víctor fue visto por última vez mientras hablaba por teléfono cerca del puente sobre el Río Carchi. Según publicó la página de la comuna, un vehículo se detuvo cerca de él, y alguien le pidió que pasara el teléfono y se subiera al carro. 

A partir de ese momento, no se supo más de él. La incertidumbre se apoderó de su familia, que inmediatamente alertó sobre la desaparición. A lo largo de la tarde, amigos y conocidos se unieron a la búsqueda, y organizaron un rastreo por la zona. El lugar donde Víctor fue visto por última vez se convirtió en el lugar del encuentro. Los residentes de la comunidad pedían a quienes tuvieran información sobre su paradero que se dirigieran a una vivienda específica para coordinar la búsqueda. A pesar de los esfuerzos, las esperanzas de encontrarlo con vida se desvanecieron. 

Desolación 

La fatal noticia llegó cuando, horas después, se localizó el cuerpo sin vida de Víctor, aparentemente víctima de una muerte violenta, debido a heridas visibles. Según una fuente, el cadáver fue encontrado a unos 300 metros del puente de la estación, en un área donde se  realizan trabajos viales. La identidad de la víctima no tardó en conocerse y se trataba de Víctor Espinoza, un jornalero conocido en la comunidad. La noticia de su muerte se regó rápidamente entre los moradores de Santa Ana, y la comunidad expresó su tristeza en las redes sociales. “Estuvo en el momento equivocado, en el lugar equivocado”, se lamentó un vecino de la zona. “Pensaba que estaba seguro en su propio territorio, y lo más triste es que nadie podía imaginar que alguien le arrebataría la vida”. 

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