El equipo alemán Bora y el ecuatoriano del Ineos Richard Carapaz acabaron con la resistencia del español Juanpe López en la decimocuarta etapa del Giro de Italia, cuya maglia rosa viste ahora el ciclista sudamericano, tercero en la meta de Turín, donde se impuso el británico Simon Yates (BikeExchange).
El perfil de clásica que tenía la etapa le sirvió para ganar a otro clásico, Yates, que sumó su vigésimo octavo triunfo de su carrera en un Giro que ya no puede ganar.
Juanpe acabó décimo, a más de cuatro minutos, y también perdieron más de 50 segundos los españoles del Bahrain Mikel Landa, cuarto en la general (a 59 segundos), y Pello Bilbao.
El de Lebrija defendió la maglia rosa en diez etapas, también en la de este sábado, hasta que despertó del sueño cuando quedaban 28,5 kilómetros hasta Turín.
Fue una jornada espectacular, de media montaña, con un trayecto corto, un sube y baja constante, sin grandes puertos, pero con doble subida a Superga y la Maddalena, y con temperaturas próximas a los 30 grados, en el que Alejandro Valverde (Movistar), quedó pronto descolgado tras un problema con su bicicleta.
Abandonaron, entre otros, el neerlandés Tom Dumoulin, líder del Jumbo-Visma, ganador en 2017, y el italiano Giacomo Nizzolo (Israel-Premier Tech).
LOS COMPATRIOTAS
Los otros tres ecuatorianos, por su parte, llegaron a la meta sin problemas y se mantienen arroba entre los 50 mejores. Jhonatan Narváez quien en esta etapa no pudo aguantar el ritmo del pelotón líder se ubica en el puesto 41, seguido muy cerca por Jonathan Caicedo quien está pendiente de ser protagonista en las etapas de montaña que faltan. Finalmente Jefferson cepeda que hoy se mostro en uno de los intentos de fuga está en la casilla 115.
SIN PAZ
No hubo tregua. El primero que la rompió fue el neerlandés Mathieu van der Poel (Alpecin-Fenix), al que le dio un ataque de locura en los primeros metros. Protagonizó el primer intento, poco después de la salida neutralizada, y rodó unos kilómetros en solitario.
No abrió hueco y le dieron el relevo otros como su compatriota Oscar Riesebeek (Alpecin-Fenix), el francés Anthony Pérez (Cofidis) y los italianos Alessandro Covi (Team Emirates), Simone Ravanelli (Drone Hopper) y Alessandro Tonelli (Bardiani), que abrieron hueco pero fueron anulados.
El pelotón avanzó a gran velocidad y se rompió en varios grupos en un día entretenido, antes de la subida a Il Piloneto, de tercera categoría. En la ascensión se dejó ver Yates cuando surgieron las rampas del 12 por cien. El francés Arnaud Démare (Groupama-FDJ), ganador de la etapa del viernes y de otras dos, empezaba a sufrir.
EL ASALTO DE CARAPAZ QUE TUMBA A JUANPE
En la selección de doce que formó en cabeza el Bora, con el neerlandés Wilco Kelderman al frente, para subir La Maddalena, además de Juanpe, estaban los españoles Pello Bilbao y Mikel Landa, del Bahrain, Carapaz y el italiano Vincenzo Nibali (Astana), entre otros.
A 32 kilómetros, de nuevo en Superga, se apartó Kelderman, que había hecho un gran esfuerzo. Su compañero Emanuel Buchmann le dio continuidad. Bora quería arrinconar a Carapaz, que se había quedado solo. El ecuatoriano respondió al ataque.
El de Tulcán hizo ademán de escabechina y solo le aguantaron el australiano Jai Hindley (Bora), Nibali y Juanpe en primera instancia. Landa se recuperó y el grupo se quedó en diez, con Pello también en él.
La defensa de coloso de Juanpe finalizó en otro ataque brutal del ecuatoriano a 28,5 km. de meta. Nadie pudo aguantar su ritmo.
Carapaz inició la segunda ascensión a la Maddalena con algo más de veinte segundos de renta. Por detrás, demarró Nibali y le siguió Hindley, que aprovechó para dejar atrás al italiano e irse en solitario a por el sudamericano, al que dio caza. También llegaron Nibali y Yates antes de concluir la subida al puerto, a 11 kilómetros de meta.
Yates atacó cuando quedaban poco más de 4 kilómetros, en el esprint intermedio, y se adjudicó un triunfo que habían buscado el equipo Bora, agitador de la jornada, y Carapaz, que finalizó tercero, por detrás de Hindley (Bora).
Este domingo, a los ciclistas les espera una exigente etapa alpina, en el Valle de Aosta, con dos puertos de primera categoría, Pila-Les Fleurs y Verrogne, y otro de segunda para acabar, Cogne-Centro.