Diana Carolina Morquecho Castro es una ibarreña decidida y comprometida con sus objetivos. La representante de la Unión Nacional de Mujeres del Ecuador en Imbabura (UNME) y se ha convertido en un ejemplo para toda la sociedad imbabureña.
Una ibarreña preparada
La destacada mujer, de 36 años de edad, inició sus estudios primarios en la Escuela Fe y Alegría, para luego cursar las aulas del Colegio Ibarra. Por motivos de su embarazo tuvo que graduarse a distancia.
Carolina ha sido una persona que ha estado siempre enfocada en sus objetivos, por lo que después, estudió para Auxiliar de Enfermería y también como maestra en belleza.
“He hecho varios cursos. Entre ellos: de maquillaje, locución, de coach, yoga, de memoria rápida y en la Cruz Roja”, explicó la talentosa imbabureña.
“Mi vida profesional empezó desde que yo tuve a mi hijo. Inicié vendiendo libros de puerta a puerta. Luego ya me gradué de Auxiliar de Enfermería y me puse a trabajar cuidando al adulto mayor. Además, he estado en EMAPA, trabajé en una campaña de catastros, también trabajé en Movidelnor. También he estado dedicada en varios aspectos, como la ayuda a la sociedad. He tenido muchas profesiones las cuales me han permitido salir adelante”, dijo Carolina sobre las actividades en las que se ha desempeñado.
Diana Carolina Morquecho también es una mujer comprometida con la sociedad. Es por ello que actualmente forma parte de la Unión Nacional de Mujeres del Ecuador (UNME).
“Ayudamos a las mujeres, hombres y niños a poder desenvolverse en este mundo en el que ahora estamos viviendo. Mi gestión de apoyar a la mujer imbabureña paradójicamente inicio primero en Esmeraldas.
Empezar a ver que la mujer necesita un apoyo, ya que yo también tuve en algún momento esas falencias y esa falta de solidaridad, hizo de que yo tomara esa batuta o ese liderazgo de poder ayudar a las mujeres y, hoy por hoy pues estoy aquí también en Imbabura y en varias provincias.
La meta es ayudar a la mujer para que se empodere, que pueda trabajar y que sepa que la mujer no necesita básicamente de un hombre para sobrevivir, porque Dios hizo al hombre y a la mujer para que nos pudiéramos acompañar, pero no siempre se da eso y, lo que hoy hago en esta profesión, es ver a las mujeres que puedan tener su meta, su horizonte para saber a dónde tienen que llegar”, comentó Carolina.
Metas por alcanzar
Una de las principales metas, de la joven ibarreña, es sacar un título de tercer nivel, el cual le permita tener más oportunidades de trabajo y así poder ayudar mucho más a la gente.
“Quisiera llegar a ser abogada. Me gustan mucho los litigios. En la actualidad, sin tener ese título, lucho mucho por la igualdad y por la soberanía de cada uno de nosotros como hombres y mujeres”, finalizó la ejemplar mujer de la Provincia de Los Lagos.