Decirle a una mujer que tiene que ser ama de casa, que no debe salir, ni trabajar también es un tipo de violencia como la privación de libertad, el derecho a tener una vida económica productiva.
La violencia tampoco discrimina sexo, edad, condición social, “es una problemática que está cada vez más presente”, así lo explica la psicóloga Cristina Muñoz, del centro Mentis.
Pese a ello, la psicóloga Pamela Villegas señala que la ruta de atención contra la violencia de la mujer no solo empieza cuando uno es víctima sino cuando conoce a alguien cercano que también es víctima de la violencia.
La psicóloga indica que la ayuda se puede pedir al 911, 1-800 delito y en los centros de salud. “Cada uno de estos lugares tiene su protocolo para activarlo cuando existen casos de violencia”. Sin embargo, en estos espacios, por lo general, llegan a una unidad judicial. “Cuando pasa directo a Fiscalía empieza el proceso con boletas de auxilio o medidas de protección. Otro dato importante, es solicitar el certificado médico, donde se señalará cuántos días de discapacidad ha generado la violencia”.
El último paso, de acuerdo a Pamela, sería asegurarse de que todo se terminó, que los encargados como fiscales y abogados hayan cumplido con su trabajo. “Las personas violentadas también tienen el derecho de seguir solicitando que ese proceso se cumpla”.
La violencia es cualquier tipo de acción que se encamina a causar daño ya sea psicológico o físico hacia una persona, precisa Cristina. Además, existen diferentes tipos de violencia tanto de género, intrafamiliar, por discriminación. Los celos también están considerados como un tipo de violencia, según Cristina es una violencia más sutil o escondida. Ante ello, agrega que la violencia física es como una punta del iceberg, “ya llegamos a los golpes e incluso a niveles extremos que puede causar la muerte”. Pero antes de esto, empieza con situaciones muy sutiles como el tema psicológico de amenazas, insultos, humillaciones, aislamiento social, privación de la libertad, el acoso sexual, los insultos sexistas, obligar a tener relaciones o prácticas no consentidas”. Aunque la violencia es más común hacia las mujeres, también los hombres son víctimas.
¿Cómo actuar ante un momento de violencia? Primero hay que identificar la situación, dice Cristina, “lo más importante en estas situaciones es tener una red de apoyo, tener personas con las que podamos contar”.
Reconocer también que si la situación no está cambiando y se ha dado muchas oportunidades es el momento de tomar decisiones, y “si eso sigue escalando puede llegar hasta la muerte”.