En la calle Obispo Mosquera, en el sector del Mercado Amazonas, se encuentra el Comedor Obrero, un espacio conformado por 48 mujeres comerciantes, que día a día preparan platos tradicionales, almuerzos, desayunos y más manjares de la comida ecuatoriana.
Un poco de historia
El Comedor Obrero es parte de la historia de Ibarra, se creó hace 40 años. Su nombre, cuentan las comerciantes, se debe a que desde siempre, los precios de los alimentos, fueron económicos y dedicados a los trabajadores, como para comerciantes y productores agrícolas del cantón.
Inés Illizán, comerciante del Comedor, trabaja en este lugar desde hace 40 años. Comentó que a inicios de los años 80, el sitio fue un aserradero, pero con la intervención del alcalde de la época, Marco Almeida, se adecuó el lugar para que sea un comedor. Luego, en la administración de Pablo Jurado, se mejoraron las instalaciones.
“Antes vendíamos, en la esquina de la Obispo Mosquera y Eugenio Espejo, donde es el sector del basurero. A nosotras, el Municipio nos trasladó a este lugar, antes que nos ganen las comerciantes de papas” indicó doña Inés.
Comida para todos
El Comedor Obrero abre sus puertas de 06:00 a 17:00, de lunes a domingo. Una persona puede comer de un delicioso y completo almuerzo por $2, un tigrillo con huevo y queso, cuesta $1,50, un jugo de fruta natural por $1. A diario visitan el comedor, alrededor, de 300 personas.
Paulina Lara, presidenta de la Asociación 28 de Abril, indicó que gracias a la autogestión de las comerciantes, la infraestructura se mantiene, aunque, requieren de mejoras en el techo y en el piso. Además, necesitan ventiladores para los días de calor.
La Presidenta comentó que el Comedor Obrero está conformado mayoritariamente por mujeres, todas cabezas de hogar. “Es gracias a nuestro trabajo en el comedor que logramos educar a sus hijos y sacar adelante a nuestra familia”, acotó.
De igual manera, Graciela Pérez, que trabaja 35 años en el Comedor, invitó a la ciudadanía a visitar el lugar. Dijo que una tradición del sitio es que todas las vendedoras ofrecen café con tortillas fritas.
Doña Graciela comentó que una de las características de los platos que sirves es que son frescos y naturales. “La mayoría no utilizamos saborizantes, además, al tener cerca al mercado todos los productos, para la preparación de alimentos, son frescos. El ajo y la cebolla son primordiales para la sazón, nada de químicos, en todos los puestos tenemos ensaladas, nada de comida chatarra, optamos a diario por los granos, que son saludables, tenemos clientes leales, comen con nosotros más de 30 años”, comentó doña Graciela.
Para los usuarios el Comedor Obrero es una opción económica. Galo Robalino, de 58 años, es comerciante ambulante, indicó que todos los días acude al comedor. “ La comida es deliciosa y tiene ese sabor casero. Además, se siente el cariño que ponen las comerciantes al preparar cada uno de los platos”, dijo.