OTAVALO.- La problemática registrada en las inmediaciones de la Cascada de Peguche, entre comuneros del poblado de Fakcha Llakta y propietarios de terrenos colindantes a este paraje natural, permanece.
Ambas partes se han mantenido firmes en su postura, por lo cual una posible solución parecería lejana hoy en día.
Como ya lo informó EL NORTE en semanas anteriores, los cruces entre los protagonistas habrían iniciado debido a que los dueños de las tierras del extremo sur del río Jatun Yaku, caudal formado por la caída de agua, estarían cobrando una entrada a los turistas para pasar a su lado.
No obstante, los acusados aclararon a este rotativo que se trataba de un aporte voluntario el que se les pide a los visitantes, mas no algo obligatorio. Incluso, manifestaron que si no colaboran, igualmente pueden pasar.
¿A dónde va ese dinero?
Como parte de esta clarificación, se ha mencionado que el dinero recaudado es utilizado para pagar a ciudadanos que ayudan con la limpieza del lugar, ya que la comunidad Fakcha Llakta se ha negado a hacerlo como lo efectúa en el extremo norte, argumentando que al ser tierras privadas les corresponde a los propietarios las labores de higiene.
Esta situación prácticamente es el meollo del asunto. Por un lado la comunidad pide a los particulares que no se cobre una supuesta entrada, mientras que por el otro, estos últimos solicitan que se haga la limpieza del sitio para dejar de pedir contribuciones.
Mientras este conflicto se soluciona, algunas personas entendidas en la rama consideran que se estaría afectando a la actividad turística, entre ellos Christian Garzón, coordinador zonal 1 de turismo.
“Es un tema preocupante que se viene dando desde hace unos meses. Esto afecta al desarrollo turístico. Es importante que las partes se sienten a conversar”, expresó.
Por su parte, Fredy Nasevilla, guía nacional de turismo, oriundo de Quito, comentó que en la capital sí están al tanto de la problemática dentro de la cascada, algo que sin duda desfavorece al turismo.
“Definitivamente está afectando. Yo he visto a otros colegas que han preferido cambiar sus destinos turísticos con sus clientes. Ya no contemplan esta cascada, sino que se van a otros sitios. Quien pierde es la comunidad”, opinó.
Asimismo, David Puruncajas, turista al que encontramos en la zona de los hechos, dijo que se llevan una mala experiencia junto a su novia, pues querían conocer un poco más de esta área.
“Nos llevamos un sabor agridulce porque queríamos caminar más, pero este conflicto nos limitó mucho”.