Las cárceles en Ecuador se han convertido en centros de comando y control para las actividades ilícitas, con niveles alarmantes de corrupción y penetración por parte de grupos delictivos.
Negocios Ilegales en las Cárceles
Las prisiones ecuatorianas están plagadas de negocios ilegales, donde el contrabando de teléfonos y armas se ha convertido en una práctica común. Un minuto de llamada telefónica cuesta 10 dólares, mientras que ingresar un arma puede costar hasta 2,500 dólares. La corrupción dentro de las instituciones estatales facilita estas actividades, permitiendo a los grupos criminales mantener el control dentro de los centros penitenciarios.
El caso de la cárcel de Cotopaxi es un claro ejemplo de esta situación. A pesar de los esfuerzos del gobierno por retomar el control, los pandilleros y reos siguen gestionando operaciones desde dentro. Operativos recientes han encontrado una gran cantidad de armas y teléfonos móviles, lo que evidencia el nivel de control que ejercen estos grupos sobre las prisiones.
Testimonios y Evidencias
La Fiscalía General del Estado ha reunido trece elementos en el expediente del denominado caso Nene, para vincular a la vicepresidenta Verónica Abad con actividades ilícitas relacionadas con su hijo. Entre los elementos de prueba se incluyen versiones de exfuncionarios y copias de chats que muestran su conocimiento sobre los acuerdos y negociaciones ilegales.
Recientemente, quince miembros de las Fuerzas Armadas fueron detenidos tras encontrarse en su poder varios celulares conocidos como “celulares brujos”. Estos dispositivos, con tecnología antigua, permiten recibir señales de las antenas con mayor precisión. Este hallazgo, junto con otros testimonios, confirma la penetración de grupos delictivos dentro de las instituciones estatales