Con la llegada de la Semana Santa, las comunidades kichwas y la urbe del cantón Cotacachi viven un tiempo de sincretismo religioso y cultural. Esta mezcla de tradiciones y elementos se evidencia a flor de piel en la procesión del Viernes Santo.
En este día en particular, el cotacacheño de las tierras altas, el de las comunidades y el que vive en la ciudad realiza un recorrido simbólico hacia la plaza central del cantón, parque La Matriz, donde se destaca la presencia de las figuras religiosas, en especial, de las guioneras, flauteros y devotos.
Personajes
Lenin Alvear, gestor cultural e historiador cotacacheño, expresó que en Semana Santa se erige el personaje femenino de la guionera. “Son señoritas, pertenecientes a las comunidades kichwas, que llevan un bastón con una cruz y dos pañuelos, uno fucsia y otro cardenillo o amarillo. Se visten con un sombrero de paño de varón. También usan en la espalda un pañuelo en forma de punta”, expresó.
De acuerdo a la tradición, estas mujeres son las encargadas de abrir el paso para que las imágenes piadosas, los flauteros y toda la comunidad continúen con su trayecto en la procesión. Asimismo, cumple un rol importante ligado a la transición del tiempo femenino al masculino, según las creencias, ellas pueden aplacar la fuerza de la energía masculina, que viene con el Inti Raymi, en verano.
Otro personaje que sale a la luz es el flautero, que con su melodía acompaña a la procesión. Alvear comentó que este músico utiliza una flauta de pasión diferente a la utilizada en el Hatun Puncha. “Se hace con un carrizo nativo, que se da en las cuencas de los ríos. Tienen marcadas tres cruces hembras y una macho. Son más melódicas y provocan una sensación romántica, para música lenta y de la liturgia”.
Dos Culturas
En este mismo entorno, la población mestiza de la ciudad cumple con su propia ritualidad, donde los conocidos devotos cargan en sus hombros las andas con figuras religiosas. Además, en Cotacachi, trasciende un cuadro vivo sobre la Pasión de Cristo.
Esta tradición teatral se mantiene por más de 40 años, que junta a los cotacacheños, en especial, a moradores del barrio 24 de Mayo y alrededores. Los mentalizadores de esta manifestación cultural y artística fueron Héctor Mejía y su esposa Oliva Velastegui.
“Aquí tenemos una celebración y ritualidad construida desde la memoria diversa. Resulta extraño, pero es una propuesta social importante porque la gente del cantón se toma la ciudad. Entonces, nos hace pensar que Cotacachi construye un espacio para que dos pueblos puedan significar su apreciación de la vida y la espiritualidad”.
La Procesión
Este encuentro intercultural se dará el viernes 29 de marzo con la procesión de ‘Viernes Santo’, a partir de las 11:00. Esta actividad normalmente recorre las calles centrales de la ciudad, y tiene como punto de finalización el parque La Matriz. Luego, se dará el acto denominado ‘Por la senda del Yumbo’, donde también estarán presentes los flauteros y guioneras, de acuerdo al cronograma municipal.