Para Daniela Carcelén hoy es un domingo cualquiera. Aunque se conmemora el Día Nacional del Pueblo Afroecuatoriano, ella, cree que deben plasmarse las acciones en la realidad. Daniela es una activista afro que desde su casa en la comunidad de Carpuela, en la parroquia Ambuquí, se encuentra trabajando en favor de su etnia.
Actualmente tiene 34 años y desde los cuatro, asegura siempre estuvo activa. “Recuerdo que yo me ponía a bailar bomba, siempre me gustó este ritmo”, lo dice con un poco de nostalgia. Su curiosidad desde pequeña le fue involucrando en temas, que para una niña de su edad, no eran comunes.
En la escuela era muy participativa, con su madre Lodi Folleco, aprendió a ir a la Iglesia de la comunidad. Y con su tía, María Carcelén, a la que llaman cariñosamente Overlisa, prendió a ver el mundo desde otra perspectiva.
“En esos tiempos yo decía, que cuando fuese grande, quería ayudar a la gente”, asegura.
Su activismo es innato y desde pequeña, siempre fue dedicada. Muestra de ello, fue su designación como abanderada del pabellón nacional, de la escuela Pedro Claver, hoy Unidad Educativa Valle del Chota.
La frase, que podría haber pasado inadvertida, hoy toma más fuerza que nunca. Daniela cree que es posible mejorar las condiciones de la parroquia, que la vio nacer. Sin ser autoridad o algo por el estilo, ha colaborado en la organización de las fiestas de Carpuela, además de ser en su momento prioste.
Pero no todo ha sido color de rosa en su vida. Una vez terminó el colegio se fue a Quito donde aprendió mucho. La vida en la capital fue dura, aunque tenía opciones de radicarse en urbe quiteña, Carpuela siempre fue su prioridad.
De hecho, esa experiencia le permitió valorar cosas, que por ahí pasaban desapercibidas. Además de confirmar su deseo de trabajar por su comunidad.
En 2008 junto con Alicia Villalba y Patricio Bernardo, crearon el grupo de danza ‘Sueño Negro’, agrupación con la que muestran todos los saberes ancestrales y la cultura del pueblo afro. Mediante la Fundación Ayuda en Acción, y desde el Infoncentro de Carpuela, Daniela ayudó a los niños de la comunidad mediante los cursos vacacionales.
Es ama de casa, le gusta cocinar, fue seleccionada de fútbol en la Unidad Educativa Valle del Chota y de Carpuela. Estudió enfermería donde fue la mejor egresada. “En mi familia nos caracterizamos por hacer de todo. Cada uno tenemos muchos talentos, desde armar un tractor que mi papi lo hace muy bien, hasta maquillar y pintar las unas”, lo asegura con la tranquilidad respectiva.
Muchas personas saben que en la casa de don Daniel, su padre, pueden solucionar muchas cosas. “La gracia más linda que tenemos en nuestra familia es que todos tenemos un ángel que nos protege y nos ayuda donde quiera que estemos”