En una historia que inspira esperanza y resiliencia, José Albuja, de 38 años, comparte su increíble viaje desde las profundidades de la adicción hasta la creación de la Fundación Ebenezer.
Esta organización ayuda social está dedicada a la rehabilitación y transformación de personas afectadas por problemas de adicciones y con gran sentido de ayuda social.
Hace tres años, José Albuja experimentó lo que él mismo considera un renacimiento.
Después de luchar contra la adicción al alcohol y las drogas durante más de 15 años, logró encontrar la fuerza para recuperarse definitivamente. Reconociendo la complejidad de esta enfermedad casi incurable, ahora dedica su vida a ayudar a aquellos que están atravesando lo que él superó.
“Logré encontrarme a mí mismo y descubrir un propósito de vida. Sané mi corazón, mi mente y mi cuerpo”, afirma con determinación.
La vida de José fue un viaje tumultuoso de altibajos, recuperaciones y recaídas. En los momentos más complicados, su esposa Karina Recalde y sus padres Nubia Cerón y Gustavo Albuja fueron el pilar fundamental de su apoyo. Sus hijos, José Ramiro de 15 años y José Elías de 10, se convirtieron en su inspiración para vencer la enfermedad.
Producto de su experiencia y con el apoyo inquebrantable de su familia, José Albuja fundó la organización sin fines de lucro “Fundación Ebenezer”. Esta entidad de ayuda socioemocional está dirigida a jóvenes y adultos que enfrentan problemas de adicciones.
Con un conocimiento profundo de la situación, José busca proporcionar a estas personas la oportunidad de recibir tratamiento de rehabilitación, sanación y transformación personal.
La Fundación Ebenezer no solo se centra en la recuperación individual, sino que también brinda apoyo a las familias directamente afectadas por las adicciones.
Reconociendo que el impacto de la adicción se extiende más allá del individuo, la organización trabaja arduamente para involucrar a las familias en el proceso de curación y ofrecerles las herramientas necesarias para enfrentar esta difícil realidad.
“Estoy en recuperación, mi familia me trajo y me siento muy bien. El trato que recibo es bueno y las terapias me ayudan mucho”, dice Miguel, nombre protegido de uno de los pacientes que busca recuperarse.
La historia de José Albuja y la Fundación Ebenezer es un testimonio de la fuerza humana, la superación y la capacidad de convertir la adversidad en una fuerza positiva.
A medida que continúa su misión de ayudar a aquellos que luchan contra las adicciones, José se convierte en un faro de esperanza, demostrando que la recuperación es posible y que la transformación personal puede marcar la diferencia en la vida de muchos.