En un Tweet publicado el 20 de mayo, la Cancillería dice: “Ecuador respira paz y estabilidad. El edificio legislativo y las áreas públicas han sido desmilitarizadas (…)”. Esa misma noche, delincuentes armados asaltaron a los asistentes de una fiesta en Ponciano Alto, en Quito. En un valle de la misma ciudad, presuntamente, un cadete aspirante a policía habría abusado de 8 estudiantes en la Escuela Superior de Policía Alberto Enríquez Gallo. En Montañita, Santa Elena, seis personas fallecieron tras un atentado en un restaurante de la localidad. Se entiende la indirecta de Cancillería a la Asamblea cesada. Pero eso no deja de ser retórica, pues no se puede hablar de paz si los ciudadanos no tienen paz.