Los procesos electorales gozan de una impopularidad tal, que desde hace algunos años genera aumento de la desconfianza ciudadana en los organismos electorales. No importaría quién gane, si la transparencia y el respeto a la voluntad popular es una norma. Lastimosamente, con el desarrollo de la tecnología, cualquier cosa puede suceder y más en elecciones generales cuyos resultados aparecen amañados, alterados o cambiados en favor de unos y en contra de otros. Para ello, los delitos informáticos son más refinados, y ante un mayor acceso corrupto a herramientas y metodologías que permiten los ciberdelitos, el riesgo que enfrenta Ecuador es alto y muy delicado. Habrá que investigar y castigar…