El ascenso del Imbabura Sporting Club aún sigue dando de qué hablar. Hubo varios protagonistas que estuvieron desde los graderíos haciendo una labor más que importante: de amor y lealtad. Susana Días, madre de Leandro Pantoja, capitán del cuadro gardenio, es solo un ejemplo de las mamás que demostraron que detrás de un hijo exitoso, existe una gran madre.
Siempre Apoyando
Cuando desde el sector de la tribuna del Estadio Olímpico Ciudad de Ibarra se escucha una voz que grita: Imbabura…Imbabura…Se trata de Susana, quien le gusta llevar la batuta cuando se trata de brindar ese aliento al equipo de la “Provincia de los Lagos”. Ella contó parte de su historia y los pasos que dio Leo camino a alcanzar su sueño.
Reacción
“Con humildad y limitada economía, pero con mucho amor, mis padres me brindaron la profesión de docente, otorgada por el Normal Pablo Muñoz Vega de San Gabriel, la que ejercí con desbordante entrega y mística profesional durante 41 años, repartidos entre las instituciones educativas: “Medalla Milagrosa” del Cantón Bolívar, “Hideyo Noguchi” del cantón Espejo, “Amazonas” de la colonia Montúfar y “27 de Septiembre” llamada luego “Mario Oña Perdomo” de la ciudad de San Gabriel”, inició Susana.
“Al quedar sola al cuidado y formación de mis hijos, la meta trazada se convirtió en el desafío más importante de mi vida, alternando con la adolescencia de los 2 primeros y la infancia del ultimo, mi Leo, como cariñosamente lo llamamos, que con sus tiernos 5 añitos ya formaba parte del equipo de indor fútbol del Jardín de Infantes “Manuel J. Bastidas”, añadió doña Susy.
Recordó que en el despuntar de la carrera futbolística, que estuvo acompañada de innumerables triunfos en las diferentes categorías: Sub 8, Sub 10, Sub 11, Sub 12, Sub 13 en el emblemático Club “Independiente Montúfar” de la ciudad de San Gabriel. Tampoco olvida que en un torneo de indor fútbol su Leo marcó 86 goles.
El Esfuerzo
Explicó que cuando Leo tenía 15 años se le presentó la oportunidad de ser parte del Imbabura Sporting. Sin embargo, no lo tenían nada fácil, ya que tenía que distribuir su tiempo entre los estudios en el colegio “José Julián Andrade” y viajar todos los días San Gabriel-Ibarra para cumplir con los entrenamientos.
La recompensa llegó cuando su hijo fue parte de la Sub 16, Sub 17, Sub 18, Reservas y equipo principal del elenco gardenio.
El “capi” estuvo presente en dos de los tres ascensos del Imbabura S.C. (2010 y 2023). Sin embargo, en medio de esas dos alegrías, su madre y el resto de su familia también sufrieron cuando Leo tuvo una grave lesión.
“Pero gracias a Dios y a sus anhelos de triunfo, resurgió como el ave fénix, con más fuerza, decisión y optimismo; logrando poner en alto los colores de su amado club”, sentenció.