Más que una conmemoración esta es una fecha para reflexionar, sobre la realidad de los idiomas maternos en el país.El kichwa es el segundo idioma más hablado en Ibarra y es una de las 14 lenguas ancestrales de 8 diferentes familias lingüísticas: Barbacoa, Chocó, Jívaro, Quechua, Tukano, Záparo, y dos familias independientes Cofan (A’me), y Wao Terero.
Dentro de estas lenguas el kichwa está reconocido en la Constitución, junto con el castellano y el shuar, como idioma oficial de relación intercultural.
Esta lengua es hablada en 13 provincias del Ecuador y, como todos los idiomas, cuenta con variantes, que dependen del sitio donde se hable.
Sin embargo, el peligro que pueda desaparecer está presente. Hay descendientes de indígenas que no aprendieron el kichwa en su oportunidad y ahora acuden a centros de enseñanza, pero también hay jóvenes que no quieren hacerlo, a pesar de que ya no hay discriminación.
Panorama actual
“La lengua kichwa no posee una fundamentación teórica, diccionarios, guías en las que se plasmen normas básicas de lecto-escritura como ocurre con el resto de las lenguas. De ahí que su enseñanza presenta una serie de dificultades”, explica Viviana Alexandra Chaluisa, licenciada de Pedagogía de la Historia y las Ciencias Sociales de la Universidad Central.
Los pueblos kichwa hablantes se ubican en las provincias del callejón interandino y en la mayoría del oriente: Pichincha, Bolívar, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Cañar, Azuay, Loja, Napo, Sucumbíos, Orellana, Pastaza, Zamora Chinchipe e Imbabura. En esta última, lo hablan los pueblos Kichwas Karanki en Ibarra y los Kichwas Kayambi y Kichwas Otavalo en el valle del Amanecer.
Qué es la lengua materna
Se entiende como lengua materna, el primer idioma que adquiere una persona cuando nace y que después forma parte de su vida como un instrumento de comunicación. También se conoce con el nombre de lengua nativa. Posteriormente, sí aprende otra lengua en el transcurso de la vida, entones esta será considerada como una segunda lengua.
El Día Internacional de la Lengua Materna, fue proclamado por la Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 1999. Este día se celebra para rendir tributo al pueblo de Bangladés, ya que, en el año 1952, cuando sus habitantes estaban en las calles celebrando el Día del Movimiento de la Lengua Bengalí, fueron atacados por el ejército de Pakistán.
Muchos de ellos fueron asesinados, sin embargo, se mantuvieron firmes, defendiendo un derecho universal como fue su lengua.
Lideresa kichwa
Paolina Vercoutère, viceprefecta de Imbabura, cree que se debe revitalizar la lengua en todo sentido. “Existen estudios donde se asegura que si desde ahora no se hace nada desde el Estado y las comunidades, el kichwa podría desaparecer en 50 años” comentó en Pulso Informativo.
En 2017 desde la Asamblea Nacional, se impulsó el Proyecto de Ley Orgánica de Derechos Lingüísticos de los Pueblos y Nacionalidades del Ecuador.
La iniciativa tuvo acogida, a tal punto que se aprobó en el primer debate. Este texto legislativo tiene como objetivo reconocer y garantizar los derechos individuales y colectivos de los pueblos y nacionalidades con tradición lingüística propia. Sin embargo por la coyuntura política, la normativa quedó estancada.
La normativa no es sólo reguladora, sino que marca un camino para la revitalización y fortalecimiento de las lenguas ancestrales del país.
Objetivos claros
La diversidad lingüística se encuentra cada vez más amenazada. Cada dos semanas, como promedio, una lengua desaparece, llevándose con su desaparición todo un patrimonio cultural e intelectual.
Inés Díaz, representante del Consejo Nacional para la Igualdad de Pueblos y Nacionalidades, cree que la situación actual es crítica a pesar de estar ratificada en la Constitución de la República. “No tenemos muchos avances en el fortalecimiento, a pesar de tener buenas iniciativas a nivel nacional que nacen desde las comunidades”, explica.
Para la líder kichwa, las instituciones del estado tienen una gran deuda con los Pueblos y Nacionalidades. “Dentro de nuestra agenda de trabajo hemos logrado incluir la incidencia de la política pública sobre el Decenio”, apuntó.
Saber kichwa nos puede dar muchas luces sobre nuestra variante del español, salpicada de varias palabras de esta lengua que usamos en el lenguaje coloquial, especialmente en la Sierra. Pensemos, por ejemplo, en chuchaqui, llucho, chaquiñán, guambra, huasipichay, carishina, chachay y tantas otras palabras procedentes de esta lengua que forman parte de nuestra cotidianidad y han sido adaptadas al español.