Alejandro Flores es una persona con discapacidad. A pesar de su condición, recorre la ciudad de principio a fin. Sus actividades diarias así se lo exigen. Sin embargo, sufre, en carne propia, los inconvenientes de vivir en una ciudad donde la inclusión no existe.
“Es muy complicado para mí movilizarme por las calles. Por ejemplo en la venida El Retorno, no existe una rampa en sus calles y me toca movilizarme por toda la calle”, dice con la sencillez del caso.
EL NORTE hizo un recorrido por el lugar y comprobó que a lo largo de las diez cuadras no existe una rampa que permita la movilidad para las personas que se movilizan en Sillas de Ruedas.
Pero no es el único que se queja. Fernando Pérez, quien vive en el barrio San José de La Dolorosa de Priorato, al norte de Ibarra tiene el mismo problema.
La poca facilidad de movilizarse es uno de los principales inconvenientes que tiene en su barrio. Gradas sobre salidas, andenes inclinados y mal estado de las veredas son entre otros los inconvenientes que debe sortear a diario.
Para Alejandro y Fernando, la conmemoración hoy, del Día Mundial de las Discapacidades, solo es algo protocolario que no va más allá de una recordación que solo queda en papeles. Esta fecha fue proclamada en 1992, mediante la resolución 47/3 de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
“Lo más importante es concienciar a la sociedad de que las personas con discapacidad podemos integrarnos de forma efectiva en la vida cotidiana”, explica Luis González, cuya ceguera no le impide dedicarse con todos sus sentidos a una tarea que considera esencial para darle la vuelta a la situación actual.
Los tipos de discapacidad existentes en Ecuador son: auditiva, física, intelectual, lenguaje, psicosocial, visual y múltiple; en tanto, cada una de estas puede manifestarse de diferentes maneras y en diferentes grados.
De acuerdo al informe estadístico del Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades, Conadis en Ibarra hay 6293 personas registradas con algún tipo de discapacidad.
De esa cifra el 43.81 por ciento es de discapacidad física; 21.61 % intelectual; 18.50 % auditiva; 10.52 % visual y un 5.56% psicosocial.
Las leyes ecuatorianas indican que el 4% de los empleados públicos y privados deben ser personas con discapacidad, aunque el cumplimiento de esta cifra no siempre implica una situación ideal.
Al momento esa normativa no se cumple del todo, sin embargo ha permitido mejorar las condiciones de algunos trabajadores.
Problema constante
Las personas con discapacidad diariamente experimentan barreras físicas, políticas, sociales, económicas y culturales y formas de discriminación directa e indirecta que afectan sus derechos humanos.
Ibarra es una de las pocas ciudades del norte del país, que tiene una ordenanza en favor de las personas con discapacidad. Aunque esta no se cumple a cabalidad, según algunos de los entrevistados.
“Tenemos una ordenanza que está archivada y no se está ejecutando”, explica Milton Solano, joven profesional que tiene discapacidad visual.
Por este motivo es necesario impulsar en el cantón políticas públicas que permitan la prevención de las discapacidades, la sensibilización de la ciudadanía en la materia para combatir los prejuicios y estereotipos discriminatorios. La accesibilidad al entorno y a los medios de transporte complican el panorama.
Para Paola Gómez transitar por las calles de Ibarra no es una tarea fácil. La joven tiene discapacidad de movilidad y comentó que la ciudad no cuenta con señalética, rampas e información que le permitan trasladarse de manera segura y con tranquilidad por la ciudad.
En su opinión las veredas no se encuentran en buen estado, lo que dificulta su movilidad con la silla de ruedas.
Pero ¿Es Ibarra una ciudad inclusiva? La pregunta surge en el marco de la conmemoración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad que es hoy.
Inés Almeida, exconcejal de Ibarra y activista local, lleva más de 39 años en la lucha por la mejora de los derechos. Es una persona parapléjica que ha desempeñado varias funciones públicas. Se inició como maestra y llegó a ser supervisora de Educación.
Por voluntad de la ciudadanía, fue electa como concejala del Municipio de Ibarra, donde impulsó la ordenanza que al momento se tiene.
Como activista y defensora de los derechos de las personas, ha puesto su servicio en favor de una sociedad inclusiva.
“Durante 39 años he venido luchando para que Ibarra, sea única en el país como ciudad accesible. Logramos hacer algo”, explicó. Asimismo resaltó que para hacer algo en favor de las personas con discapacidad se necesita voluntad política. “Hay que poner empatía en el dolor del otro. Y eso pocas veces se encuentra”, afirmó.
Justamente ayer, Almeida realizó el Foro Provincial por el Día de las Discapacidades, denominado “Todo lo bueno empieza sin barreras”.
Además otras organizaciones sociales y estatales realizaron una marcha acompañada por una feria ciudadana que tuvo como finalidad, concienciar a los ciudadanos sobre el respeto a los derechos que deben tener las personas con discapacidad en la provincia.
Conadis de aniversario
En 1992, a través de la Ley 180 sobre Discapacidades, se creó el Consejo Nacional de Discapacidades – CONADIS como entidad rectora de las políticas públicas de discapacidad en el Ecuador, marcando así un hito en la responsabilidad del Estado en la atención a las personas con discapacidad.
A partir de la Constitución del año 2008 y la expedición de la Ley Orgánica de los Consejos Nacionales para la Igualdad, en el año 2013, el Conadis se constituyó con la misión de formular, transversalizar, observar, realizar el seguimiento y la evaluación de las políticas públicas en materia de discapacidades, promoviendo el principio de igualdad y no discriminación.
Desde el 2013 que el Ministerio de Salud recibió las competencias que tenía el Conadis. Para hoy se tienen previsto realizar varios encuentros concernientes a la fecha conmemorativa.