Con el Viacrucis recorriendo las principales calles de la ciudad y el Tullpuy Pacha, se vivió un Viernes Santo distinto en el cantón. Hoy se realiza la final del Mundial de la Fanesca.
Catolicismo Presente
En un acto de fe y devoción, los fieles de la comunidad del Santuario del Señor de las Angustias de Otavalo revivieron el Viacrucis, recorriendo las doce estaciones que simbolizan el camino de Jesucristo hacia la crucifixión.
Este emotivo evento tuvo lugar ayer por las principales calles de la ciudad, donde cientos de personas se congregaron para participar en esta tradición que conmemora la pasión y muerte de Jesús.
El viacrucis, también conocido como la Vía Dolorosa, es una representación espiritual que permite a los creyentes seguir los pasos de Jesucristo desde su condena hasta su crucifixión y posterior resurrección.
En esta ocasión, los feligreses del Santuario del Señor de las Angustias de Otavalo recrearon cada estación con profundo fervor, recordando los sufrimientos de Cristo y reflexionando sobre el significado de su sacrificio.
Palabras de Fe
“Es un momento muy especial para el catolicismo, he sido parte de estos viacrucis durante los últimos 20 años y es un hecho muy espiritual”, comentó Jaime Benavides, uno de los participantes en el evento realizado ayer.
Desde la primera estación, donde Jesús es condenado a muerte, hasta la última estación, donde es sepultado en el sepulcro, los participantes del Viacrucis llevaron consigo sus oraciones y plegarias, haciendo pausas en cada estación para meditar sobre el significado de cada momento en la vida de Jesucristo.
El recorrido estuvo marcado por la solemnidad y la devoción, con cánticos, rezos y momentos de silencio que reflejaban la intensidad espiritual del momento.
Espiritualidad
Para los habitantes de Otavalo y los fieles del Santuario del Señor de las Angustias, el viacrucis es más que una simple representación religiosa; es una oportunidad para renovar su fe y fortalecer su relación con Dios.
A través de esta práctica, encuentran consuelo en el sufrimiento de Jesucristo y hallan inspiración para enfrentar sus propias adversidades con esperanza y determinación. Al finalizar el recorrido, los participantes del Viacrucis se reunieron en el Santuario del Señor de las Angustias para una ceremonia de oración y reflexión, donde compartieron sus experiencias y testimonios de fe.
Con corazones llenos de gratitud y espíritus renovados, se despidieron del Viacrucis con la certeza de que el sacrificio de Jesucristo es un recordatorio del amor incondicional de Dios hacia la humanidad.
Las actividades religiosas continúan este día, con el Sábado de Gloria y finalizan mañana con el Domingo de Resurrección.