“Uno debe amar lo que hace y cuando uno cumple con eso siempre existen buenos resultados”, dice Ruth Lara, docente con 28 años de servicio y a quien le apasiona su trabajo.
“Cualquier obstáculo se vuelve un reto en la vida de cada uno, jamás hay problemas cuando un docente trabaja con vocación, siempre encuentra soluciones”, expresa la maestra, quien trabaja con niños en la Unidad Educativa Ana Luisa Leoro.
Hoy en Ecuador se celebra el Día del Maestro como homenaje al escritor y educador Juan Montalvo, quien nació el 13 de abril de 1832.
Esta fecha es propicia para destacar la labor que cumple el docente en beneficio de la niñez y juventud del país.
Después de dos años de pandemia los docentes se vuelven a reunir presencialmente para ser parte de esta importante celebración. Sin embargo, para Ruth, durante la pandemia han tenido que superar muchos obstáculos. “A pesar de que tuvimos que recurrir a los dispositivos electrónicos, quienes siempre estuvieron presentes fueron nuestros estudiantes, que son los protagonistas de este trabajo”.
Pese a la virtualidad, que se aplicó al inicio de la pandemia en 2020, Ruth asegura que salieron adelante, “cuando somos docentes con vocación y convicción, la virtualidad no era suficiente, queríamos siempre interactuar, estar con los muchachos”.
De igual forma, aunque tuvieron que adquirir nuevos dispositivos electrónicos para permanecer conectados en las clases on line, para la docente Ruth cuando uno habla de educación “esto no es un gasto sino una inversión porque es para trabajar con los estudiantes”.
Ruth Lara inició su labor como maestra en la zona de Intag, en García Moreno, donde permaneció dos años y caminaba dos horas para llegar a dar clases, “así es la docencia, la constancia y la lucha, pero aquí estamos con gusto y siempre con pasión”.
Carmen Cevallos es docente y a la vez rectora de la Unidad Educativa Ana Luisa Leoro. “Son dos años en que el docente aprendió a trabajar desde su casa para la casa, donde estaban los estudiantes”. Durante el tiempo de la virtualidad, comenta que hubo nuevas adaptaciones, “tuvimos que realizar capacitaciones sobre el manejo de plataformas virtuales”.
Además, recuerda que hubo limitaciones ya que algunos estudiantes no tenían los recursos suficientes para poder trabajar desde sus hogares, pero se activaron proyectos que tenían que ser entregados en casa, “tuvimos que hacer muchas visitas domiciliarias”.
En este día del maestro también se recuerda a quienes perdieron la vida en la pandemia por el covid-19, Carmen cuenta que perdieron a dos compañeras que colaboraron por muchos años en la institución.
“Son vacíos que quedaron en las aulas y que siempre, al menos en esta fecha, nos acordamos de todos los que perdieron la vida”.
La maestra Carmen ya tiene 33 años de servicio, empezó su labor en la misma institución donde está ahora al frente del rectorado, pero pasó también a otra unidad educativa a ejercer el cargo en una dirección y retornó después de casi 15 años.