Mientras Guayaquil se sume en una crisis de inseguridad sin precedentes, llegando a compartir con su vecino Durán el top 10 de las ciudades más violentas, las figuras políticas se disputan la posibilidad de figurar en la sesión solemne por sus fiestas de Fundación. La pugna política tiene en una esquina del cuadrilátero político al presidente Daniel Noboa, el joven empresario que sorprendió en las pasadas elecciones derrotando al correismo y en la otra esquina el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, uno de los pocos remanentes de una revolución ciudadana que se desbarató en los últimos cinco años. Entre muertes violentas, robos y narcotráfico, la Perla del Pacífico tendrá dos sesiones solemnes por sus 489 años. Doble presupuesto, doble seguridad, doble movilización de recursos humanos, todo X 2. La incapacidad de hallar un diálogo demuestra, hasta el cansancio, que priman los intereses particulares, sobre el pueblo.