Ecuador ha intensificado sus operativos de seguridad policiales y militares ante las elecciones generales del domingo, en un contexto marcado por el «conflicto armado interno» declarado por el presidente Daniel Noboa para combatir al crimen organizado. El país registró en 2023 la tasa más alta de homicidios en Latinoamérica, con 47 por cada 100.000 habitantes, aunque en 2024 logró reducirla a 38.
En Guayaquil, la ciudad más poblada y uno de los epicentros de la violencia criminal, las fuerzas de seguridad han desplegado intensos patrullajes en las calles y barrios con mayores índices delictivos. Los operativos incluyen revisión de vehículos, verificación de antecedentes penales y controles de armas y drogas en el transporte público.
Como medida adicional, el presidente Noboa ordenó la militarización inmediata de los puertos del país, especialmente en Guayaquil, que se ha convertido en un punto estratégico para el narcotráfico internacional. En 2024, las autoridades incautaron 294 toneladas de droga, principalmente cocaína, de las cuales 277 toneladas estaban destinadas al tráfico internacional.
Las fuerzas de seguridad también han reforzado la vigilancia en las cárceles, donde más de 500 presos han sido asesinados entre 2021 y 2024 debido a enfrentamientos entre bandas criminales. Estas organizaciones, algunas vinculadas a carteles mexicanos como los de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, han mantenido históricamente el control de los centros penitenciarios.
La declaración de «conflicto armado interno» desde inicios de 2024 ha permitido a las fuerzas militares combatir directamente a las organizaciones criminales, ahora catalogadas como «grupos terroristas». Entre las bandas más notables se encuentran Los Choneros, Los Lobos, los Chone Killers y Los Tiguerones.
A pesar de la reducción en la tasa de homicidios, Ecuador continúa enfrentando graves desafíos en materia de seguridad, con un aumento en los casos de secuestros y extorsiones. Las autoridades mantienen una presencia constante en las zonas más conflictivas, realizando operativos en horarios aleatorios para evitar alertar a los grupos delincuenciales.
