Que la provincia de Imbabura vuelva a tener a un equipo disputando el Campeonato Ecuatoriano de Fútbol Serie B, también ayuda para que el movimiento económico en los alrededores del Estadio Olímpico Ciudad de Ibarra y en otros sectores de la capital imbabureña, crezca.
El pasado miércoles, cuando el equipo del Imbabura Sporting Club midió fuerzas contra Independiente Junior, se observó un importante movimiento de personas y comerciantes dentro y fuera del escenario deportivo.
También se observó que mientras se acercaba la hora del compromiso, ciudadanos llegaban a bordo de taxis hasta el estadio.
Además, hay quienes llegan al estadio caminando o en grupo, pero no pierden la oportunidad de adquirir algún producto en alguna tienda cercana al estadio.
Por otro lado, dos de las más contentas son Patricia Ramos y Blanquita Flores, quienes se dedican a las ventas ambulantes y, que desde hace años, expenden sus productos al ingreso de la tribuna del Estadio Olímpico Ciudad de Ibarra.
“Definitivamente, tener a un equipo (Imbabura Sporting Club) nuestro en la Serie B, a nosotras como comerciantes también nos ayuda. A diferencia del torneo de la Segunda Categoría donde no vienen muchos aficionados, el campeonato de la categoría Serie B hace que se mueva mucha más gente”, mencionó “Paty” Ramos, quien expende comida rápida, gaseosas, entre otros productos.
Ella tiene a dos personas más que le ayudan. El objetivo es despachar mucho más rápido a los aficionados que, en su mayoría, en el entretiempo de los compromisos, se dan unos minutos para consumir algo.
Sentada en una silla situada en el inicio de las gradas de tribuna y acompañada de una cajita de madera llena de varias golosinas, encontramos a doña Blanquita Flores.
“Son muchos años, los que he venido vendiendo mis productos aquí. Es claro que tener al equipo en la Serie B y, más cuando al imbaburita le está yendo muy bien en el campeonato, ayuda mucho”, dijo la comerciante.
Blanquita aspira que el Imbabura Sporting Club ascienda a la serie de privilegio, ya que tener un equipo en la máxima categoría ayudaría mucho más a dinamizar la economía de la ciudad.
En las afueras del Estadio Olímpico Ciudad de Ibarra, también se presenta la oportunidad para que Alejandro Flores gane algo de dinero.
Es una persona con discapacidad, quien utilizando un chaleco naranja ayuda cuidando los vehículos y, de peso, los guía para que se estacionen bien.
“Creo que es una oportunidad que tenemos las personas con discapacidad para buscar un trabajo digno. Depende cómo el equipo esté jugando, la gente apoya”, mencionó Alejandro Flores.
Ahora, Alejandro, Patricia y Blanquita, personas que también dependen de la programación futbolera, esperan que el Imbabura Sporting Club vuelva a jugar de como dueño de casa.