OTAVALO.- El Pueblo Kichwa Otavalo ya vive uno más de sus 4 raymis del año, el denominado Kuya Raymi, el cual inició desde el pasado 21 de septiembre con el equinoccio solar.
Esta celebración, que por cierto es la tercera del año, tiene una connotación femenina, pues está relacionada directamente con el tema de la fertilidad de la mujer y la naturaleza, quienes son las responsables de dar vida, tanto a nuevos seres como a productos alimenticios.
“Dentro del calendario vivencial educativo comunitario, o también conocido como Calendario Andino, estos pueblos tienen cuatro celebraciones importantes, como: el Kuya Raymi, que es la época de la siembra; el Kapak Raymi, que es la época del cuidado de la Pachamama; el Pawkar Raymi, que es la época del florecimiento; y el Inti Raymi, que es la época de la cosecha”, manifestó Pedro Cabascango, yachak del Consejo de Sabios en Medicinas Ancestrales Espirituales del Ecuador.
Figura femenina
Para el mundo Andino, estas celebraciones son parte de la dualidad que tan arraigadamente reposa en su cosmovisión, pues dos de ellas son destinadas a exaltar la figura del hombre y dos la de la mujer.
“Es muy importante la dualidad o complementariedad desde nuestra perspectiva. Por ejemplo, existe el sol y existe la luna. Existe el día y existe la noche, por ende existe el hombre y existe la mujer. En este marco, las damas cumplen un rol fundamental pues lideran los procesos de revitalización cultural, entre otros aspectos”, aumentó Cabascango, quien adicionalmente se desempeña como investigador de la Unesco.
Machismo
Mientras en el pueblo kichwa se honra a la mujer con este tipo de festividades enmarcadas en el Calendario Andino, en el mundo mestizo continúan registrándose hechos repudiables como los femicidios, siendo el caso de la abogada María Belén Bernal, uno de los de mayor impacto en los últimos tiempos en la sociedad ecuatoriana e internacional, por el contexto en que tuvo lugar, pues la víctima habría sido asesinada al interior de la Escuela Superior de Policía en Quito.
“Como pueblos y nacionalidades rechazamos y reprochamos este tipo de actos que se realizan vilmente en otras sociedades, en este caso por parte de los hombres. Nosotros nos enmarcamos en el ámbito comunitario”, explicó.
También hay casos
No obstante, pese a lo expuesto, también existe todavía machismo en la colectividad kichwa, lo cual se traduce en el maltrato a este ser sublime.
Sin embargo, ante el conocimiento de posibles casos, el yachak aseguró que existe un método para aplacar las conductas fuera del lugar.
“Dentro de la Constitución, en el artículo 57, se habla de los derechos colectivos, y por eso dentro de nuestras leyes aplicamos la Justicia Indígena, que justamente nos permite corregir los malos actos que se realicen dentro de nuestras comunidades. Si un hombre quiere actuar de mala fe, toda la sociedad se levanta y se hacen los baños de purificación, con el objetivo de que el implicado cambie de vida”, señaló.
Percepción femenina
Diana Morales, responsable de la Comisión Sociocultural de la Junta Parroquial de Miguel Egas Cabezas, por su parte, enfatizó en que las injusticias hacia el sexo femenino, no son exclusivas en cuanto a maltratos físicos o verbales, sino en la falta de oportunidades en los planos laborales, políticos, entre otros; algo que estaría cambiando de a poco.
“Nosotros como mujeres también tenemos derechos para ocupar diferentes espacios. Hemos exigido estos derechos, pero todavía falta mucho por avanzar. En las comunidades más alejadas de la ciudad todavía hay machismo y violencia contra la mujer. Estas celebraciones son una buena oportunidad para crear conciencia en la población de la importancia de la figura femenina, a la que se debe respetar y dar su lugar”, expresó.