El cuerpo del papa Francisco reposa en la basílica de San Pedro, donde permanecerá expuesto antes de su funeral, previsto para este sábado 26 de abril. A la ceremonia se espera la asistencia de líderes mundiales, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y el primer mandatario de Ecuador, Daniel Noboa.
El traslado
El cuerpo fue trasladado hasta la basílica en una procesión solemne, seguida de un servicio litúrgico presidido por el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo de la Santa Sede y encargado de coordinar tanto el funeral del pontífice como el próximo cónclave.
El féretro fue colocado sobre el altar de la confesión, un espacio sagrado que se sitúa frente al altar mayor y directamente sobre la tumba de San Pedro.
Fiel a su estilo austero y coherente con sus decisiones durante el pontificado, Francisco optó por simplificar los ritos funerarios papales. Su cuerpo yace en un ataúd de madera abierto, eliminando así la tradición de los tres féretros —de ciprés, plomo y roble— que se utilizaban en ceremonias anteriores.
Feligreses
En la plaza de San Pedro, miles de personas se congregan en espera de rendir homenaje al pontífice. La atmósfera es de recogimiento y respeto, mientras la Iglesia y el mundo se preparan para despedir a uno de los líderes espirituales más influyentes de las últimas décadas.
Finalmente, se espera la asistencia de decenas de miles de personas al funeral. Unas 50.000 personas asistieron al funeral de Benedicto XVI en 2023, mientras que unas 300.000 asistieron al de Juan Pablo II en 2005.