En el contexto de los constantes cortes de energía eléctrica que afectan al país, comerciantes de Ibarra han tenido que buscar alternativas para mantener sus negocios operativos. Sin embargo, más allá de los desafíos operativos, el uso generalizado de generadores ha incrementado la contaminación ambiental y auditiva, afectando tanto la calidad de vida como el medioambiente.
De la tranquilidad al ruido constante
Hace tres meses, el centro de la ciudad resonaba con el bullicio característico: música de los locales, el claxon de los autos y las conversaciones amenas entre vecinos. No obstante, hoy ese ruido cotidiano ha sido reemplazado por el constante sonido de los generadores eléctricos.
Ante la crisis energética, los comerciantes se han visto obligados a adoptar esta tecnología para evitar el colapso de sus negocios.
Contaminación en progreso
Byron Faicán, conocido en el mundo de la música como DJ DIK, productor musical y sonoro con amplia experiencia en producción, mezcla y mastering profesional, explica que “el rango de audición humana se encuentra entre los 20 y los 20 000 Hertz (Hz), lo que constituye los límites absolutos en condiciones ideales.
Pero, este rango se va reduciendo progresivamente con la edad y la exposición prolongada a niveles altos de presión sonora.”
Añade que nuestra sensibilidad auditiva es mayor en el rango de frecuencias de 2 000 a 5 000 Hz, una franja crucial para la comprensión del habla y otros elementos melódicos.
Por otro lado, advierte sobre los riesgos de la sobreexposición a sonidos intensos: “Los niveles de presión sonora por encima de los 85 dB durante períodos prolongados pueden causar daños irreversibles en el oído, afectando sobre todo las frecuencias altas. Es crucial proteger la audición con pausas regulares y el uso de protectores auditivos en entornos ruidosos.”
Afectaciones ambientales
El uso de generadores eléctricos no solo impacta la audición, sino también el medioambiente.
Estos dispositivos, que funcionan principalmente con combustibles fósiles como gasolina o diésel, emiten gases contaminantes que contribuyen al deterioro de la calidad del aire.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición prolongada a partículas contaminantes, como las emitidas por los generadores, puede causar problemas respiratorios como el asma y enfermedades cardiovasculares.