Como todos los 21 de febrero, el Pueblo Kichwa Otavalo, especialmente el comité organizador del Pawkar Raymi Peguche Tío 2023, llevó a cabo el tradicional Tumarina, ritual ancestral que se resiste al paso del tiempo, y que lejos de desvanecerse, se encuentra más vigente que nunca.
Tumarina
Vale mencionar que el Tumarina es en síntesis el equivalente a la celebración del carnaval en el pueblo mestizo, según Carmen Farinango, miembro del Comité Central de Mujeres de la Unión de Organizaciones Campesinas de Cotacachi (Unorcac), organismo que fue invitado cordialmente para la presente edición 2023.
En este marco, se debe especificar que complementariamente a la celebración del carnaval, el Tumarina, se enfoca también en la espiritualidad, aspecto que está instalado en el consciente colectivo local.
Florecimiento
Un término clave en esta ceremonia es el “florecimiento”, pues para realizarla las mujeres sabias de la localidad recolectan pétalos de rosas y flores maduras de diversas variedades, a fin de mezclarlas con el agua pura de la vertiente Magdalena, en el barrio Obraje.
“Nuestros ancestros pedían la autorización al pogyo, a las flores y a la naturaleza en general para los rituales. El agüita y los demás elementos están vivos, por ende no se los debe maltratar, sino pedir su autorización mediante ofrendas, para utilizarlos”, explicó Farinango, quien adicionalmente fue una de las mamas purificadoras.
Seguidamente de esta acción, se coloca la mezcla sobre las cabezas y manos de los dirigentes del Pawkar Raymi y de la ciudadanía en general que desee recibir las bendiciones de la “pachamama”, con el propósito de que florezcan cosas buenas en sus vidas.
Figura femenina en el Pawkar Raymi
César Oyagata, prioste del Pawkar Raymi Peguche Tío 2023, por su parte, destacó el rol de las féminas durante estas festividades, manifestando que ellas son “un pilar” en la sociedad.
“El Pawkar en sí tiene connotación femenina. Las mujeres son líderes por naturaleza. Por medio de ellas podemos sentir esa fuerza y energía, además de sus bendiciones en el Tumarina.
Para mí sinceramente las mujeres son modelos a seguir en todo aspecto”, dijo.
Tradición impregnada
Un dato no menor es que durante el ritual estuvieron presentes varios jóvenes y niños, para que las tradiciones del Pueblo Kichwa Otavalo continúen transmitiéndose de generación en generación, y que su continuidad esté asegurada.
“Tal vez en los jóvenes no es muy común ver esto, pero gracias a nuestros abuelos y padres siguen a flote nuestras raíces y costumbres. Sería bueno que todos nos involucremos para que estas tradiciones sigan por mucho tiempo más”, opinó Paola Maldonado, de 17 años de edad.