Muertes, extorsiones, atentados, secuestros, violaciones, venta de droga, tráfico internacional, tráfico de armas y municiones, minería ilegal, tráfico de personas y un sinnúmero de delitos conexos, han convertido al país en un violento escenario del que ha perdido el control el Estado.
Las bandas delictivas, que han establecido su ‘poderío’ en el país, tienen su centro de operaciones en las diferentes cárceles, en donde se disputan el control del todo el Ecuador a punta de muertes. Pero, ¿quiénes son las bandas que se han tomado el país? Informes policiales han establecido que más de 20 grupos son los responsables de la ola delincuencial, pero seis de ellos tienen a la mayoría de miembros entre sus filas.
“Los Choneros”
Son el grupo criminal más fuerte de Ecuador, del que se tuvo noticia por primera vez a finales de los 90 como una organización narcotraficante establecida en Manta.
Las autoridades identificaron el grupo como brazo armado de un cartel narcocolombiano, con control sobre las rutas de tráfico marítimas por el Pacífico hacia México y Estados Unidos. Sin embargo, el arresto de sus cabecillas en 2011, y su integración al sistema penitenciario, dio origen a una década de evolución para “Los Choneros”.
Desde 2011 han evolucionado para convertirse en una violenta banda con presencia permanente en penitenciarías en todo el territorio, donde se dedican al tráfico de drogas, sicariato, extorsión, secuestros y contrabando. La muerte de su líder, Jorge Luis Zambrano, alias “Rasquiña”, en 2020, desató la desalianza de sus brazos armados y originó la guerra entre grupos más pequeños, que se independizaron de “Los Choneros”. En la actualidad, Junior Roldán, alias “Junior” y José Adolfo Macías, alias “Fito”, son sus máximos líderes.
“Los Lobos”
Son una banda delictiva que se desprendió de “Los Choneros”. Durante muchos años, junto a “Los Chonekillers” y “Los Tiguerones” trabajaron bajo el alero de “Los Choneros”, hasta que su líder, fue asesinado. Desde “Los Lobos” se han posicionado como la segunda banda delictiva más grande del Ecuador. Se estima que en las cárceles, más de 8 000 presos forman parte de esta banda.
Están en las prisiones de: Guayas, Cotopaxi, Tungurahua, Santo Domingo, Guayas, Chimborazo, Azuay, Imbabura y El Oro.
Su líder era Wilmer Chavarría, alias “Pipo”, quien operaba desde “El Turi”, pero la Policía cree que está muerto y que el nuevo líder es alias “Esteban”, el hijo de la pareja de alias “Pipo”.
“Los Tiguerones”
Surgieron a finales de la pasada década en Esmeraldas. Sus primeras actividades delictivas se registraron en 2019, cuando eran una ramificación local de “Los Choneros”. La muerte de “Rasquiña”, les abrió oportunidades y comenzaron a operar por su cuenta y crecer en un entorno cada vez más favorable, consolidándose como protagonistas de sangrientos conflictos. Las prisiones son su principal escenario de disputas con otras bandas y también su centro de operaciones.
Las autoridades señalan como su líder a Álex Salazar Villamar.
Se conoce que operan en colaboración con el cartel mexicano Jalisco Nueva Generación, al igual que “Los Lobos” y son los ‘reyes’ de los sicariatos.
“Los Chone Killers”
Son una banda delictiva dedica al narcotráfico, sicariato y otros delitos y eran parte de “Los Choneros”. Operan sobre todo en la provincia del Guayas, estableciendo su mayor control en Guayaquil, Daule y Durán. Los “Chone Killers” nacieron de Los Ñetas, una pandilla transnacional de origen puertoriqueño, que se dedicaba al narcotráfico y protagonizó cientos de actos violentos y matanzas contra los miembros de los “Latin Kings”, pero en 2018 firmaron un acuerdo de paz y las muertes frenaron.
Los “Chone Killers” tienen dos líderes, los hermanos Terry Israel Camacho, alias el “Trompudo” y Antonio Benjamín Camacho, alias “Ben 10”.
“Los Águilas”
Su nombre apareció durante las primeras masacres carcelarias documentadas en 2021 en Ecuador y su “logo”, un águila, la imagen que los identifica, es visible en varios rincones de la Penitenciaría del Litoral. “Los Águilas” es una banda delictiva, alineada a “Los Choneros”.
Esta banda, junto a “Los Fatales”, fue fundada alias “Fito”, y es otra de las organizaciones, aún pequeñas, que buscan del poder de las cárceles ecuatorianas. “Los Águilas”, estarían al mando de alias “Junior”. Se dedican al narcotráfico, pero también al sicariato y tienen fuerte presencia en el cantón El Triunfo.
“Los Fatales”
Son el brazo armado de “Los Choneros” y operan, principalmente, en el sector Balerio Estacio en Guayaquil, en donde se dedican al microexpendio de drogas.
Su líder sería alias “Frank”, quien traía la droga desde Esmeraldas y daba las indicaciones a mandos medios de la estructura.
“Los Fatalles” y “Los Águilas”, grupos aliados a “Los Choneros”, iniciaron la revuelta en la cárcel regional de Cotopaxi, que desencadenó con la muerte de Leandro Norero, alias “El Patrón”, financista de los principales grupos delincuenciales.
Otros actores
Esta ‘guerra’ también tiene presencia internacional con los disidentes de las FARC, quienes han hecho presencia en Esmeraldas y Sucumbíos. El “Frente Oliver Sinisterra”, “Los Contadores”, “Bloque Occidental Alfonso Cano”, “Frente 30 Franco Benavides”, “Columna Urías Rondón” y “Comandos de la Frontera”, tienen el ‘permiso’ para llegar desde Colombia y planificar actividades ilícitas. Estos grupos han hecho de Ecuador su ‘bodega’ de armamento.
El “Tren de Aragua” va llegando
Desde 2020, año en que se agudizó la llegada de miles de ciudadanos venezolanos al Ecuador, la sanguinaria banda “Tren de Aragua” que nació en Venezuela, ha hecho presencia en varias provincias del Ecuador.
Las investigaciones policiales apuntan a que arrastraron la violencia a los países a donde migraron y se han dedicado en el país a cobrar “vacunas” a los presos en las cárceles, como parte del control que ejercen dentro de las prisiones.
En Venezuela se dedican a extorsiones, secuestros, homicidios, sicariatos, robo de vehículos, venta de drogas, tráfico de armas, trata de personas, contrabando de alimentos y estafas.
En la Frontera Norte, las autoridades los identificaron ya que estarían cruzando migrantes hasta Colombia, cobrando altas sumas de dinero y robándoles, para que lleguen hasta Centroamérica.
Esta organización delictiva ha aprovechado su salida de Venezuela, para expandir su red y establecer sus negocios ilícitos. Actualmente se encuentran en países como Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Brasil, especialmente en las provincias fronterizas.