Carla (nombre protegido) con solo 16 años se convirtió en madre. Su bebé cumplió un año, hace un mes. La joven cuenta con el apoyo de sus padres, lo que le permitió estudiar. Comentó que su vida no es la de una adolescente normal, puesto que no pasea con sus amigas, no puede ir a fiestas, al cine, tiene restringido el uso de sus redes sociales, entre otros. Los fines semana, Carlas dedica el 100% de su tiempo a sus estudios y a su hijo.
Carla es parte del grupo de madres adolescentes del país, el año pasado se registraron 53 mil niñas y adolescentes en estado de gestación.
Imbabura no se escapa a esta realidad, de enero a mayo de 2023, se registraron 2 225 embarazos de niñas y adolescentes, de entre 10 y 19 años, según la Coordinación zonal 1 del Ministerio de Salud.
Las cifras en la provincia se dividen de la siguiente manera: en Ibarra, Pimampiro y Urcuquí son 937 embarazos adolescentes. En Antonio Ante y Otavalo 807 y en Cotacachi 481.
Javier Tatés, especialista zonal de Promoción de la Salud, señaló que existe un incremento de embarazos de niñas entre los 10 a 14 años, en la zona 1. En 2022, se contabilizaron más de 3403 madres adolescente en Carchi, Imbabura, Esmeraldas y Sucumbíos.
“En un año, se incrementaron los casos de embarazos a partir de los 10 años en 1%. Quizá piensen que es un porcentaje menor, pero para nosotros es significativo e importante, porque llama la atención lo que está sucediendo con nuestras niñas”, comentó .
Cifras de la institución señalan que en 2020, se encontraron con 553 casos de embarazos de 10 a 14 años. En 2021, fueron 573, es decir, se incrementaron 20 casos más. Mientras que en 2022, se contabilizaron 648. Esto significa que en dos años, ocurrieron 95 embarazos más. En lo que va del 2023, la Coordinación zonal atendió 273 casos de niñas en estado de gestación.
Causas y recomendación
Tatés mencionó que esto es una problemática social que está ligada a la violencia intrafamiliar, de género y sexual.
El funcionario público indicó que es necesario que los padres hablen de manera clara con sus hijos. “Es importante enseñarles desde pequeños como se llaman los genitales, como cuidar su cuerpo y decirles que nadie tiene derecho a tocarlo. De esta manera, despertamos el autocuidado y evitamos la mala interpretación de la sexualidad”.
Advirtió que el Código Orgánico Integral Penal (COIP) señala que todo caso de embarazo de menor de 14 años es considerado como violencia sexual y es penado. “En La mayoría de situaciones, no siempre el padre del niño es alguien de su edad de la adolescente, sino el alguien mucho mayor como jóvenes y adultos.
El MSP cuenta la atención integral para las adolescentes, tanto en atención médica y psicológica como en restitución de derechos.