COTACACHI.- Desde hace 26 años, un grupo de mujeres apostaron por darle forma y color a un producto que también se da en su valle. Se trata de la cabuya. El grupo de emprendedoras habita en la parroquia Plaza Gutiérrez, sector que pertenece a la zona de Intag (Cotacachi-Imbabura) y sus artesanías han salido fuera del Ecuador.
Varias de las emprendedoras que forman parte de la Asociación Artesanal Mujer y Medio Ambiente en contacto con Diario EL NORTE entregaron detalles sobre el llamativo trabajo que realizan con este producto que proviene de la penca. Con esta materia prima elaboraron artesanalmente una serie de artículos que posteriormente son exportados.
Doña Justina Moquinche, de 63 años y una de las fundadoras de la asociación, mencionó: “Vivimos en el campo, en nuestro pueblito Plaza Gutiérrez, un pueblito mágico, donde siempre se dan cosas buenas”.
Añadió que en el inicio la situación económica les motivó a emprender. “Como amas de casa hacemos de todo, pero no somos remuneradas económicamente. Vimos esa necesidad y al tener la materia prima, entonces dijimos tenemos la oportunidad de hacer algo, aportar en nuestro hogar y eso es lo que hemos venido haciendo desde hace 26 años”, explicó.
“La cabuya es una industria ancestral. Aquí se utilizaba únicamente para hacer soga y para cargar la penca misma. También para ocupar en los caballos y en los chanchos. En todo se ocupaban las sogas, pero vimos la necesidad de hacer algo nuevo (con la cabuya), de innovar”, dijo la experimentada artesana.
Lo primero que hicieron fue hacer bolsos de cabuya, artículos que los utilizaban para ayudarse en la siembra de productos como el maíz y el fréjol. También les fueron de mucha ayuda en la cosecha del café. Pero quisieron ir más allá y empezaron a elaborar un sinnúmero de artesanías.
Lorena Bolaños es otra de las mujeres que forman parte de la Asociación Mujer y Medio Ambiente. Explicó que toda la materia prima que utilizan en la elaboración de sus artesanías proviene de la naturaleza. Por ejemplo, para dar color a cada uno de los artículos utilizan una serie de plantas y cortezas de varios árboles, entre ellos: nogal, chilca, fucuna y shanshi.
Debido a que también existe una parte del trabajo que se les hace un poco más duro a las mujeres. Por ejemplo, la desfibrada de la cabuya: ahí entra la ayuda de los hombres. Los esposos de las emprendedoras se ponen manos a la obra para cumplir con esta parte del proceso.
Leydi Imbaquingo, una de las emprendedoras más jóvenes del sector, explicó que existen otros vecinos que se dedican a la desfibrada de la cabuya y las artesanas adquieren su producto.