El comercio informal en Otavalo, fue el Talón de Aquiles de las administraciones de Gustavo Pareja y Mario Conejo. En el caso del primero fue un verdadero caos, ya que por tres ocasiones obligaron a cerrar la municipalidad. Actualmente, la situación está controlada, pero el malestar entre los ciudadanos persiste.
Presencia masiva
Sábados y el miércoles son los días de feria y Otavalo, literalmente, se vuelve una ‘Ciudad Mercado’.
“Las ventas ambulantes realmente son un problema para Otavalo, estamos todos los días socializándoles que hay lugares donde ellos vender”, explica Amanda Méndez, quien es la subdirectora del Departamento de Cultura y Convivencia Ciudadana.
De acuerdo a la funcionaria, el canchón del Copacabana puede ser utilizado por los vendedores ambulantes los días lunes, martes, jueves, viernes y domingo.
El cabildo no tiene una cifra de cuántos vendedores informales ocupan los espacios públicos. La mayoría de ellos provienen de otras ciudades, especialmente de la costa ecuatoriana.
Por eso, fortalecerán los operativos conjuntos que se realizan con la Policía Nacional, agentes municipales y civiles de tránsito, para garantizar la libre circulación de peatones y el buen uso de las vías.
“Los días de feria ellos deben moverse, no queremos quitarle el derecho de trabajo, pero deben hacerlo de manera ordenada”, puntualiza Méndez.
Realidad y reacciones
Hay comerciantes informales que, con coches, carretillas, triciclos y otros implementos, se ubican en las aceras para ofrecer productos, en algunos casos en condiciones no adecuadas.
“De verdad que es un caos lo que vivimos en Otavalo, pero hay que reconocer que últimamente se puede ver un poco más de orden”, es la percepción de Roberto Torres, morador del barrio Copacabana, uno de los puntos más neurálgicos durante los días de feria.
Aunque no se tienen cifras exactas, el estimativo de los comerciantes ambulantes que se tiene es de 2000 personas.
Al momento, desde el Departamento de Cultura y Convivencia Ciudadana, se está trabajando en la elaboración de un censo que permita tener la cifra exacta y con base en esos resultados, trabajar de manera ordenada.
Para finales de febrero se tiene previsto tener el número exacto de vendedores.