En un hito trascendental para la conservación ambiental, la Reserva Kinti Toisán, ubicada en la zona de Intag, concretó la apertura de su primera estación científica. Este nuevo espacio, que promete convertirse en un sitio emblemático, se erige como un catalizador para la investigación, el ecoturismo y la educación.
En los alrededores de esta área natural se encuentran protegidos algunos de los últimos bosques denominados alto andino. También habitan especies únicas como el zamarrito pechinegro, endémico y en peligro de extinción, el tucán montañés pico plateado, el pinzón de Tangara y el oso andino.
Propósito Ambiental
En ese sentido, Juan Carlos Valarezo, director ejecutivo de Aves y Conservación, menciona que las actividades de la estación científica abrirá las puertas para el aprendizaje y el desarrollo de habilidades que mejoraren la gestión, la restauración del hábitat y la conectividad forestal.
“La construcción de una cabaña y un salón de clases marca el inicio del camino hacia la restauración de bosques degradados y la promoción de actividades sustentables entre las comunidades del Valle de Intag”, explicó.
Justamente, para la inauguración, que se efectuó en el pasado mes de septiembre, se reunieron diversos actores comprometidos con la protección de la naturaleza y el desarrollo sostenible.
Es importante mencionar que la creación de la estación científica fue posible gracias a la colaboración con varias organizaciones conservacionistas, como BirdLife International Americas, Dansk Ornitologisk Forening/BirdLife Denmark, American Bird Conservancy, Marshall Reynolds Foundation y Weeden Foundation.
Reserva Natural
Por otro lado, la reserva Kinti Toisán está situada entre altitudes de 2860 a 3300 metros sobre el nivel del mar, y limita con los bosques protectores denominados Pajas de Oro y La Loma, de la parroquia rural Seis de Julio de Cuellaje. Además, se integra al reconocido Parque Nacional Cotacachi Cayapas.
En especial, forma parte integral de la macrozona de estricta protección dentro del Área Municipal de Conservación y Uso Sostenible de Intag -Toisán.
En los años 2022 y 2023, la Fundación Aves y Conservación desarrolló las investigaciones botánicas en la reserva, donde participaron investigadores del Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO) e internacionales.
Estos esfuerzos se verán reforzados aún más por el apoyo de nuevos socios como el Critical Ecosystem Partnership Fund (CEPF), Environment Canada, Butler Foundation, así como un proyecto financiado por Global BirdFair, una de las ferias de turismo de observación de aves más importantes del mundo.