La tranquilidad de Ambuquí se ve interferida por la colocación de una cantera y una planta de procesamiento de asfalto. Diario EL NORTE conversó con varios moradores del sector, quienes exigen el cese de operaciones total de la planta, para ello, presentaron un informe y recolectaron firmas que fueron entregadas al GAD parroquial, al Municipio y la Prefectura.
En contexto a la extracción minera
El martes pasado, la parroquia convocó a los vecinos a una asamblea ciudadana, en la cual, se abordó el tema del alto a las actividades de la cantera.
La iniciativa estuvo acompañada, tanto, por funcionarios del GAD parroquial y la Alcaldía de Ibarra, quienes ofrecieron emitir una respuesta en los próximos días. También estuvieron representantes de la empresa minera.
Sin embargo, la postura de los habitantes de Ambuquí se encuentra firme y aseguran que no permitirán que su paz y bienestar se altere debido a la cantera.
Desde la comunidad- Ambuquí
En una conversación con EL NORTE los vecinos del barrio San Vicente mencionaron que desde hace dos semanas la escombrera empezó su trabajo. Aseguran que no existe un estudio correcto de impacto ambiental.
“En nuestra parroquia se realiza explotación minera sin los debidos permisos, no hay un estudio, pero lo que preocupa, no solo al barrio, sino a la parroquia es la fábrica de asfalto. La empresa nunca nos socializó estos proyectos”, comentó Mayra Benavides, representante de los barrios de Ambuquí.
Según el colectivo ciudadano, el problema con las canteras no es un tema reciente, pues, hace menos de dos meses lograron parar el funcionamiento de una mina, otras tienen sanciones y las restantes deben presentar la documentación que legaliza su funcionamiento.
Entre las preocupaciones, los vecinos temen que la explotación de material de arrastre afecte directamente a la infraestructura pública, puesto que, en la quebrada Ambuquí, de donde se extrae material, se encuentra el estadio de la parroquia y una escuela de educación inicial.
Afirmaron que en el terreno donde se realiza la explotación minera, es privado, cuya dueña cuenta con permiso de minado artesanal. “La magnitud de las máquinas que están en el terreno no son para minería artesanal, sino de gran escala, además, el pueblo se encuentra a 50 metros de la planta. Esto va a acabar al barrio”, dijo Benavides, quien aseguró que 300 familias estarían afectadas.
Extracción minera
Marcela Ipiales, presidenta del barrio San Vicente, resaltó las características de la parroquia, la cual es turística y agrícola. Mencionó que las maquinas, cuando están en funcionamiento, provocan que el suelo y las casas tiemblen.
“Nosotros somos productores del ovo, las máquinas y la cantera afectan a la producción del fruto y el turismo. El humo de la planta de asfalto daña al ovito y el camino a la ruta turística “La mujer dormida”, está en mal estado. Además, dañaron la acequia de regadío agrícola”, dijo.
De igual manera, Miguel Echeverría, ingeniero forestal jubilado, vive frente a la cantera comentó que todo el movimiento de tierra provoca polvo y afecta a los cultivos, además, el impacto ambienta como el humo, el ruido y la extracción causa daño a la comunidad. “Esta maquinaria debió instalarse fuera de la población y con los debidos permisos ambientales”, aseveró Echeverría.
El morador indicó que puso una denuncia personal ante el Municipio de Ibarra, como en la Prefectura de Imbabura. Señaló que durante la visita de los funcionarios municipales se constataron que la empresa minera no contaba con permisos correspondientes, por lo que prohibió el funcionamiento.
Así mismo, Jordan Medrana, asesor ambiental de la comunidad, explicó que el informe presentado señala daños ambientales en la quebradilla, erosión media del terreno, afectaciones al bosque seco y al matorral andino, entre otros. “La empresa no tiene estudios válidos”, comentó.