Desde este 20 de diciembre, los apagones son “cosa del pasado”, según el ofrecimiento del Gobierno de Daniel Noboa.
Fueron 89 días en el que los ecuatorianos vivieron en “tinieblas”; es decir, tres meses de incertidumbre, donde existieron hasta 14 horas de cortes de energía eléctrica por diferentes factores: sequía, cambios climáticos drásticos, etc.
El anuncio se da gracias al incremento de las lluvias, lo que ha generado resultados positivos en el sistema eléctrico del país.
Impacto
Los apagones golpearon a la economía de pequeño, medianos y grandes negocios; así como de la de miles de ecuatorianos.
También fue afectado el eje educativo, donde existió un retroceso en la calidad académica de los estudiantes. Por ejemplo la falta de acceso a internet estable y la dificultad para concentrarse en un entorno doméstico han sido problemas para los estudiantes. Estudiar y enseñar a oscuras genera ansiedad y desmotivación en estudiantes y docentes, etc.
Origen de la crisis
El 18 de septiembre de 2024 inició el primer apagón nacional, según el Gobierno fue con el objetivo de brindar mantenimiento preventivo a las hidroeléctricas. Sin embargo, el 23 de septiembre el evento se agravó, y los cortes de energía eléctrica aumentaron hasta 14 horas diarias.