Durante el jueves y viernes, tras las declaraciones del Secretario de Comunicación de la Presidencia de la República, Roberto Izurieta, sobre el supuesto vaciamiento de la represa Mazar, llovieron, no solo críticas, sino análisis técnicos de ingenieros, de los mismos trabajadores de las represas, quienes dejaron en duda (desmintieron) lo dicho por el alto funcionario del Gobierno de Noboa. En redes se pedía una explicación a Izurieta, al mismo Gobierno, pero nadie ha dicho nada. Es una falta de respeto a los ecuatorianos inventarse este tipo de situaciones, más aún, en una crisis energética sin precedentes como la que vive el Ecuador. Hasta cuándo la vieja y sucia polítiquería en el país.