Las concesiones mineras conceden a las empresas el derecho a prospectar, explorar, explotar, beneficiar, fundir, refinar, comercializar y enajenar todas las sustancias minerales que puedan existir y obtenerse en el área de dicha concesión, por 25 años, renovables.
Se otorgan sin consultar con las comunidades potencialmente afectadas, ni con los gobiernos locales, desbaratando sus Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial. En muchos casos los gobiernos han tenido que acudir a la fuerza pública para imponer los proyectos mineros atropellando derechos (ejemplo: Intag, Buenos Aires…)
Eso, a pesar que la concesiones abarcan comunidades enteras, áreas protegidas comunitarias, Bosques Protectores, Socio Bosques, tierras productivas, sitios turísticos, lugares sagrados, y fuentes de agua.
Estas son las concesiones mineras que los gobiernos de turno han entregado a empresas transnacionales en nuestras provincias hasta la fecha.