IBARRA.- Narcisa Pérez no se cambia por nadie. Nació en la mágica zona de Intag en el cantón Cotacachi y actualmente vive en Doha, Catar. Sí, el país que será sede del próximo Mundial de fútbol.
Narcisa, quien es una gestora cultural, literalmente tiene el corazón divido. Sus hijos Eithan (10)Shamsa (8) e Ibrahim (4) son cataríes, al igual que su esposo Abdulaziz Alhazaa. Catar, el país que le abrió las puertas desde hace 8 años, abre el telón futbolístico justamente contra Ecuador.
“Este país es muy hermoso. Todo está listo para el inicio del Mundial de Fútbol”, dice la exestudiante de la Universidad Técnica del Norte, quien actualmente vive en la capital del país.
El centro de Doha gira en torno al corazón del zoco, el colorido y vibrante Souq Waqif, donde la modernidad y la tradición se unen. Un mercado para disfrutar de la tradición catarí en la región.
Narcisa estudió contabilidad e informática en la casona universitaria. Por su perfil de gestora cultural, empezó a recorrer el país y el mundo, hasta llegar a Catar, donde reside desde hace 8 años.
El 2 de diciembre de 2010, la FIFA designó al país árabe como sede del Mundial de 2022. Lo que parecía lejano, está a menos de 50 días para que se realice.
“Vivo a cinco minutos de un estadio que será sede. Todos los escenarios están a unos tres kilómetros de diámetro, todos cerca”, afirma la imbabureña que es parte de un grupo de danza, formado por mujeres ecuatorianas residentes en ese país.
Los ocho estadios se encuentran a pocos kilómetros de distancia y están perfectamente comunicados con transporte público, por lo que se pueden ver varios partidos en el día, hecho único en la historia del torneo y principal orgullo de los organizadores.
Qatar tiene un clima típicamente desértico: calor y humedad en los meses de verano y temperaturas agradables en invierno. Durante el torneo es invierno, con lo cual se esperan temperaturas medias de 24 grados centígrados. Perfecto para explorar la ciudad y el país durante esta época.