Dos hechos distintos, ocurridos con pocas horas de diferencia, se investigan por sustancias ilegales. En uno de ellos, una persecución policial permitió incautar un saco de yute que contenía marihuana, mientras que en otro operativo se hallaron más de 22 kilos de la misma sustancia, abandonados en el interior de una llanta.
Se escaparon
Miembros de la Policía, que ejecutaban tareas preventivas de patrullaje a la altura del Hospital Luis G. Dávila, notaron un vehículo sospechoso, color rojo. Según el teniente coronel Darío Salguero, jefe de la Unidad de Investigación Antidrogas, se hicieron las señales para que el automóvil se detuviera. Sin embargo, el conductor optó por acelerar, e iniciaron una persecución por el sector de María Magdalena.
Durante la fuga, los ocupantes del vehículo arrojaron un saco de yute al costado de la vía. La acción fue observada por los uniformados, quienes verificaron el contenido del costal.
Al abrirlo, descubrieron una sustancia vegetal que fue sometida a la prueba preliminar de campo que arrojó un resultado positivo para marihuana. Los agentes trasladaron el saco a las instalaciones de la Jefatura de Investigación Antidrogas, donde se realizó el pesaje.
El total incautado alcanzó los 4.600 gramos, equivalentes a decenas de dosis destinadas, presumiblemente, al consumo interno.
Estaba camuflada
Horas más tarde, otro operativo policial en el marco de la operación “Llanta”, ejecutada por la Jefatura de Investigación Antidrogas, se incautaron 22.500 gramos de marihuana. La sustancia fue encontrada abandonada en una llanta en las inmediaciones del Terminal Terrestre de Tulcán, dentro de una llanta.
El nuevo golpe al narcotráfico local se dio bajo la modalidad de droga abandonada. De acuerdo con el informe oficial, se trata de una incautación a gran escala. El total del estupefaciente estaba dividido en aproximadamente 45.000 dosis que se sacaron del mercado.
