El enfrentamiento entre Israel y Palestina ha marcado la historia moderna del Medio Oriente, generando tensiones geopolíticas que han perdurado por décadas. Comprender este conflicto implica considerar varios aspectos fundamentales que han contribuido a su complejidad y longevidad. En 1947, las Naciones Unidas propusieron dividir Palestina en dos estados, uno judío y otro árabe, lo cual fue aceptado por los líderes judíos, pero rechazado por los líderes árabes. Tras la retirada británica, Israel declaró su independencia, empezando todo. Este conflicto requiere considerar la historia, los derechos, y aspiraciones de ambas comunidades pero, en medio de todo, muchos siguen muriendo.