A propósito de la fecha cívica del 31 de octubre que se avecina, el poeta otavaleño, José Romeo Ubidia, compartió con EL NORTE unas líneas en homenaje al prócer Simón Bolívar, quien fuera el encargado de elevar a Otavalo de villa a ciudad, hito histórico que marcó un antes y un después en la evolución del “Valle del Amanecer”.
Extracto de la vida de José Romero Ubidia
Ubidia, en su remembranza del libertador, deja plasmada su profunda admiración a través del relato de los acontecimientos más relevantes de su vida, desde su nacimiento mismo, hasta su decreto en suelo otavaleño.
“Simón Bolívar y Palacios, nació en Caracas el 24 de julio 1783. Sus padres fueron el hacendado Juan Vicente Bolívar y la dama María Concepción Palacios. Disfrutó de una infancia privilegiada, pero cuando tenía nueve años de edad quedó huérfano de padre y madre, víctimas de la tuberculosis. En su niñez fue alumno de los ilustres Simón Rodríguez y Andrés Bello. En 1799, viajó a España para completar su educación”, inicia su relato.
En torno a su vida amorosa e inicios en las luchas independistas, remarcó: “Poco después se casó con María Teresa del Toro, quien falleció en la luna de miel en Venezuela. Entonces, Simón Bolívar regresó a Europa. En Austria se reencontró con Simón Rodríguez y juntos visitaron Roma, Estando en el Monte Sacro (15-8-1805) expresó su anhelo de luchar por la libertad de su patria. Llegando a Venezuela se unió a los conspiradores patriotas, que en 1810 derrocaron al Capitán General Vicente de Emparan. Desde entonces se hizo protagonista de los principales sucesos y batallas por la Independencia de Nueva Granada, a la que bautizó como República de Gran Colombia”.
Finalmente se refirió a algunas de sus conquistas y al desenlace final: “En 1823, llegó a Lima para luchar por la Independencia del Perú. Al mando del Ejército Unido Libertador, logró las brillantes victorias de Junín y Ayacucho (1824). Permaneció en Lima hasta 1826 organizando la Federación de los Andes, proyecto que uniría a la Gran Colombia, Perú y Bolivia. Retornando a Bogotá no pudo superar los planes nacionalistas de Caracas y Quito. Lima y La Paz también se le sublevaron”, finalizó.