Elvia Jovita Medrano Padilla es una madre de familia, que hoy disfrutará de esta fecha tan especial. Tiene 81 años, luce tranquila y de buen humor. A pesar de que ya no la dejan trabajar, asegura que necesita estar activa, pues pasó más de 70 años trabajando.
Pero esta historia no solo es sobre una madre luchadora, también es sobre una mujer que enfrentó la discriminación. Nació en una época en la que la discriminación étnica estuvo marcada, sin embargo supo cómo enfrentarlo. Ella no se dejó vencer, en cambio, usó esa experiencia como motivación para luchar por lo que quería.
Desde el Carchi
Es originaria de La Estación Carchi, sin embargo, en Ibarra vive más de 60 años. “La Ibarra de antes era muy distinta. No había casas del seguro para allá, todo era carrizal. Igual era por el Obelisco”, lo dice con lujo de detalles.
Elvia Jovita, enfrentó muchos desafíos para darles educación a sus seis hijos. A pesar de las adversidades, ella se esforzó al máximo para lograrlo y lo consiguió gracias a su trabajo y dedicación.
Los negocios y emprendimientos siempre estuvieron marcadas en su vida. Tuvo seis hijos a los que sacó adelante. Aunque eran otros tiempos y otras necesidades, ella logró hacer que sus hijos sean profesionales.
No todo fue color de rojas. Durante su juventud y por ser la hermana mayor debió ayudar a la crianza de sus siete hermanos. “Yo crecí comiendo empanadas, arroz, queso y guandul”
La historia Elvia Jovita es un recordatorio de que no importa cuáles sean las circunstancias, siempre hay una forma de superar los obstáculos. Ella es una inspiración para todas las personas que luchan contra la discriminación y para aquellos que están trabajando duro para lograr sus metas.
Su valentía y determinación son un testimonio de lo que se puede lograr cuando se tiene una visión clara y se trabaja arduamente para alcanzarla. Su legado de amor, dedicación y sacrificio vive a través de sus hijos, quienes ahora están haciendo su propia contribución al mundo gracias a la educación que ella les brindó.
Luis Oswaldo Caicedo Herrería es su actual esposo y compañero de lucha. Llevan más de 50 años juntos, ayudándose el uno para el otro. “A donde voy me lo llevo y el donde va, estoy con él”, dice con la seguridad del caso.
“En la vida siempre hay que trabajar. Mis hijos son profesionales porque yo siempre trabajé, nunca les permití que pidan nada donado, ni regalo. Una vez les dieron Navidad y les mande a devolver, no por orgullo, pero siempre hay personas que necesitan más que uno”. Doña Elvia y su esposo vivirán otro día de la madre especial.