El Jueves Santo trasciende lo religioso en Imbabura: es un encuentro entre espiritualidad, cultura y turismo. Esta provincia, cuna de diversidad, ofrece una ruta única para vivir la Semana Santa. En San Antonio de Ibarra, las manos hábiles de sus escultores evocan la tradición religiosa, en tanto que Antonio Ante, con Atuntaqui brilla por sus textiles. Pero Cotacachi y Pimampiro no se quedan atrás y también impresionan con sus solemnes procesiones. Sin dejar a un lado a Urcuquí que seduce con su riqueza gastronómica, y en Otavalo celebra el Mundial de la Fanesca como un tributo a la tradición culinaria andina. Y llegamos a la capital de Imbabura y la Ciudad Blanca de Ibarra vibra con festivales en sus parques, y Pimampiro conmueve con sus procesiones llenas de fervor. La provincia azul solo invita a reflexionar, sino a descubrir: cada cantón es un lienzo de colores, sabores y fe que fortalece la identidad local y atrae al visitante.