“El culpable de la muerte de mi hermana, Verónica, debe ser castigado. Deben sancionar al responsable; está comprobado que él (pareja) la mató. Hay testigos que vieron todo lo que ocurrió”, dice con angustia, Rosario Quintero, allegada a la mujer que fue víctima de femicidio por parte del padre de sus hijos en el año 2017. La familia está a la espera de que sea condenado, tras la audiencia de juzgamiento que se suspendió.
Los hechos
El sospechoso del crimen se sentó en el banquillo de los acusados, luego de que el Ministerio Público lo acusara de ser el autor de la muerte violenta de la mujer de 39 años. La tragedia se dio en el interior de una casa ubicada en la parroquia de Alpachaca. Ese día, al parecer, se registró una pelea entre la pareja. Rosario Quintero dijo que no era la primera vez que discutían, pero no imaginó que las agresiones terminarían con la vida de su allegada. Sin embargo, reconoció que había amenazas por parte del implicado hacia Verónica. Incluso en una ocasión la mujer les contó a los familiares que se dio cuenta de que el implicado guardó un cuchillo debajo de la almohada.
Antecedente
Verónica observó que el arma estaba en el lugar al siguiente día, debido a que arreglaba la cama. Rosario aseguró que al parecer el procesado tenía planeado acabar con la vida de su allegada esa misma noche, pero al parecer se arrepintió.
Trató de ayudar
La hermana explicó que Verónica y su pareja se separaron en varias ocasiones por las agresiones, pero él lograba convencerla de volver y ella accedía. Pero el 29 de enero de 2017, el hombre la atacó con un cuchillo. Una herida en el cuello acabó con la vida de la mujer que dejó a tres hijos en la orfandad. Ese día, el implicado se escapó, pero la escena fue observada por los hijos de la pareja que quedaron afectados por la escena que contemplaron. Allí además estaba un sobrino que trató de defender a la víctima, pero no pudo. El hombre huyó hasta que en el 2024 fue capturado por policías de la Dinased en la comunidad del Chota, donde se escondía. Un familiar del procesado le seguía la pista y fue clave para localizarlo.
