La lectura, según UNICEF, desde temprana edad genera grandes beneficios en los niños, niñas y adolescentes. Por ejemplo, promueve la capacidad de expresión oral y escrita, aumenta el vocabulario, estimula la imaginación, así como experiencias emocionales para desarrollar la empatía, y los prepara positivamente para el rendimiento escolar y profesional en el futuro.
Encuestas Nacionales
En ese sentido, la última Encuesta de Hábitos Lectores, Prácticas y Consumos Culturales del país, realizada por el Ministerio de Cultura y Patrimonio junto al Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censo (INEC) detalla que 93.3% de los niños de 5 a 11 años y un 98.8% de los adolescentes y jóvenes de 12 a 17 años leen a diario, y solo un 50% de esta lectura sucede en la escuela. Que de todos los estudiantes encuestados, la mitad de ellos también lee en sus hogares.
Estos datos se revelaban como alentadores, con respecto al hábito lector. Sin embargo, el cuarto Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE), de la UNESCO en 2022, reflejó una falencia que se oculta en estas cifras mencionadas: la lectura compresiva. Donde los estudiantes (de cuarto y séptimo de básica) evaluados no alcanzaron el promedio mínimo de 700, debajo de la media regional, con respecto a esta habilidad.
Explicación
Priscila Vargas, pedagoga en humanidades, cree que el rezago en lectura no es un problema exclusivo de un grupo de niños, niñas o adolescentes, o de algún sector en especial, sino del sistema educativo del país, que se agravó en ciertos aspectos puntuales después de la pandemia. A esto suma los efectos de la migración y los trastornos de aprendizaje y emocionales, de los cuales ahora son conscientes los docentes.
Diferencia
Por otro lado, Cecilia Carranza, docente de Legua y Literatura en la Unidad Educativa Juan Montalvo, explicó la diferencia entre leer y compresión lectora: el primero es el acto de interpretar el significado de un texto a través de la identificación de los sonidos y de las palabras, mientras que la segunda es el proceso de comprensión, análisis y significado de un texto en sí.
Asimismo, comentó que “el reto del docente es inventar nuevas estrategias de práctica individual y colectiva para a lectura, ya que cada estudiante responde según su estado emocional, el mismo que se manifiesta en acciones, como también, la combinación de los recursos digitales, porque despierta la creatividad, la imaginación y reflexión del estudiante”, acotó.
Estrategias
En ese caso, Margarita Páez, docente de la Unidad Educativa Sánchez y Cifuentes, dijo que para trabajar la comprensión lectora es importante entrenar poco a poco, como reunir los datos más importantes del texto, tales como los personajes, el motivo, los problemas, los resultados y desarrollar un resumen.
“También, verificar si lo hemos entendido todo o si, por el contrario, existen partes que nos hayan costado más. Si existe algo que no haya quedado del todo claro y somos conscientes de ello desde un principio, es mucho mejor percatarse a tiempo para poder corregirlo”, agregó.