La música se vive por su armonía, no sus insultos

Que las bandas musicales se hagan conocer en los escenarios por colgar de una soga figuras políticas, en elecciones y en un ambiente polarizado; o insultar a un Municipio, durante un show para el que fueron invitados; y en medio de una posible revocatoria de mandato, no es una buena señal. Simplemente, porque lo que se logra es exacerbar más la polarización en la que está inmerso este país. Que la música es sinónimo de rebeldía, de crítica al sistema, contestataria, irreverente, ¡claro que sí! El arte es libre y por este motivo debe estar alejado de la institucionalidad. Insultar, colgar muñecos, en medio de eventos auspiciados por las instituciones, no es el espacio más adecuado.
Hay que saber usar los parques, los espacios públicos, los garajes, la universidad. Son para generar pensamiento crítico. Por otra parte, callar a una agrupación por decir lo que piensa y aprobar a otra por expresar lo que siente, tampoco es buena señal.